Enrique Cuenca
. (Foto: EL UNIVERSAL )
A los 60 años de edad muere Enrique Cuenca Márquez, a consecuencia de complicaciones renales que derivaron en un paro cardiaco. El afamado imitador y comediante falleció a las 7:50 horas de este viernes en el área de coronarias del hospital Santaelena de la ciudad de México. Su cuerpo es velado en la capilla 4 de Gayosso Félix Cuevas. Hoy será incinerado en el crematorio del Panteón Español. La trágica noticia fue dada a conocer por Frida Cuenca, hija del actor. Desde marzo de este año, el actor se encontraba delicado de salud, tenía problemas con sus riñones, motivo por el cual iba ser sometido a un transplante de riñón, el cual sería donado por su esposa Verónica Torriz de Cuenca, pero ese día nunca llegó, ya que desde el pasado lunes presentó complicaciones con el hígado, por lo cual después de practicarle una hemodiálisis (a las que se sometía periódicamente), los médicos le aconsejaron a Verónica que lo dejara internado. ?El Polivoz? fue atendido en el hospital Santaelena donde estuvo al cuidado de un grupo de médicos que encabezaba el doctor Casanova. Enrique Cuenca Márquez nació el 2 de octubre de 1940 en el DF en el Barrio de Santa Julia, de donde se fusiló varios personajes. Era un hombre amable, bondadoso, buen padre, buen esposo y buen amigo; como lo pudimos comprobar en varias ocasiones cuando tuvimos la oportunidad de convivir en su casa con él y su familia. A Enrique le gustaba comer bien y tomar buenos vinos, pero a últimas fechas debido a su enfermedad tuvo que someterse a una dieta rigurosa. Kippy Casado fue quien le dio la pirmera oportunidad al dueto de jóvenes imitadores en un segmento de 15 minutos de su programa ?Tiempos y contrastes?. Muchos fueron los personajes que ellos inmortalizaron, entre otros: Gordolfo Gelatino, Juan Garrison, Agallón Mafafas y Andobas. Enrique formó su espectáculo que se llamaba ?Enrique Cuenca y la familia Polivoz? del cual en varias ocasiones presentó en últimas fechas fragmentos en el programa ?Hoy?. Cabe mencionar, que Eduardo Manzano y Enrique Cuenca se reencontraron este año, después de 25 años, para hacer el comercial de la mueblería ?Tus Amigos?, pero no fue su único encuentro, ya que hace dos meses lo hicieron nuevamente para grabar promocionales para el Sector Salud en pro de la donación de órganos, que en breve serán transmitidos por televisión. A Enrique Cuenca le sobrevive su madre la señora Carmen Márquez y su hermano José Cuenca, así como sus hijos Enrique Cuenca Heredia, Frida Cuenca Heredia, Florentina Cuenca Torriz y Valentina Cuenca Torriz, y su esposa Verónica Torriz. ¡Descanse en paz!
?Los Polivoces?
Hace más de cuarenta años, Enrique Cuenca se unió a Eduardo Manzano para formar ?Los Polivoces? que después se convirtió en una exitosísima serie de televisión. Llegaron a tener el rating más alto que cualquier otro programa cómico, la gente en ese entonces dejaba lo que estaba haciendo para ver ?El show de Los Polivoces?. Todo comenzó en 1959 en la ciudad de México, cuando Enrique Cuenca y Eduardo Manzano quedaron como finalistas de un concurso en un programa de televisión llamado ?La hora del imitador?. Ellos quedaron empatados por lo que decidieron unir su talento. Ensayaron rutinas cómicas imitado a los artistas del momento (Agustín Lara, Los Hermanos Silva, Cantinflas, ?El Ratón? Macías, Lola Beltrán, Pedro Vargas, Celio González, Bienvenido Granda, Agustín Barrios Gómez y Miguel Aceves Mejía, entre otros) y cuando los agotaron a todos, crearon sus propios personajes, los primeros fueron Molacho, Carlitro y Bayito, éste último inspirado en el entonces dueño del Teatro Blanquita, el señor Vallejo. El creador de casi todos fue Enrique junto con Mauricio Kleiff, ya que Eduardo se dedicaba más a administrar sus ingresos. Sus primeras presentaciones fueron en el Teatro Ideal donde debutaron en 1960.
Siempre imitado jamás igualado
Al paso del tiempo y después de quince años de éxitos, ?Los Polivoces? se separaron (Eduardo Manzano fue quien tomó la decisión) y cada uno por su parte hizo carrera como solista y llegaron a tener su propio programa de televisión.