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En punto de las nueve de la noche empezó Asombro extremo, el espectáculo donde los ilusionistas argentinos Juliano y Amador hicieron distintos números donde involucraron a la gente a participar, juegos de cartas y adivinanzas, incluso realizaron una magia vía teleconferencia a la casa de Toñita, la cantante de la primera generación de La academia.

Las primeras risas sucedieron cuando Amador dijo que eran muy amigos de Toñita pero cuando quiso acordarse del programa de concursos de donde ella salió, no se lo supo, pero el mago continuó diciendo, muy seguro de sí, que tanto él como Juliano eran conocidos desde hacía mucho tiempo de la cantante de Tantoyuca, Veracruz.

Muchas de las magias de Asombro extremo están basadas en tecnología de punta, sus trucos son muy precisos pero aún así sufrieron algunos contratiempos menores.

Tras 45 minutos de show, se hizo un intermedio donde Amador y Juliano recibieron el Merlín Magic Award de manos de Tony Hassini, presidente corporativo de la Sociedad Internacional de Magos con sede en Westbury, Nueva York. Entrevistado en el Metropólitan, Hassini describió cómo fue que se ganaron este premio estos muchachos.

“Nos hicieron llegar un video a nuestros cuarteles mundiales y un grupo de especialistas en magia los analizaron con detenimiento”, argumentó Tony; dijo que son varias cosas las que se contemplan para hacerse acreedor a un reconocimiento como éste.

“Tomamos mucho en cuenta la originalidad de los trucos, la velocidad en su ejecución y las habilidades especiales que tengan. Dimos el premio en México por petición de los magos; ellos saben que este país es un trampolín excelente para toda Latinoamérica”.