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Las actrices Maya Zapata y Johanna Murillo, quienes se han desarrollado profesionalmente en el cine y la televisión, han decidido aventurarse en el quehacer teatral, pero no sólo actuando sino también produciendo, y lo hacen con una historia original de Samara Ibrahim titulada La acera de enfrente, que iniciará una corta temporada el 30 de noviembre en la Sala Chopin.

“Queríamos hacer un proyecto del cual nos sintiéramos muy orgullosas, que no tenía grandes pretensiones, lo único que queríamos era contar las historias de nosotras y de las mujeres que nos inspiraron para hacer esta obra”, declaró Maya Zapata.

La puesta en escena cuenta el encuentro de Eva y Lucía, dos amigas con un pasado común y que se reencuentran después de seis años sin verse, terminando en una explosión de verdades que les hace sentir vulnerables.

Murillo explicó que este montaje lo están haciendo por placer y pasión, ya que no es nada fácil levantar un proyecto en teatro, un ámbito no muy recurrente en su trayectoria artística pero que querían explorar; además destacó que gracias al equipo que han conformado con la directora Katina Medina Mora, la guionista Samara Ibrahim y la productora Ana Bracho, esta obra ha llegado a buen puerto desde su estreno en Tamaulipas.

Zapata dijo que a pesar no ser una actriz formada en las tablas se siente bien “muy libre, justamente yo no me hice en el teatro entonces no tengo límites, me siento honrada con esta oportunidad”. Tanto Maya Zapata como Johanna Murillo aseguran que este no será el primer trabajo teatral que realicen, incluso ya se encuentran trabajando un nuevo proyecto. “Es algo que yo quería hacer, quería estar con estas historias vivas, presentes, explorar este lenguaje, y creo que ha sido acertado”, dijo Maya Zapata.

Explorando nuevos caminos

Aunque La acera de enfrente, surgió de las largas charlas que mantuvieron todas las involucradas, donde cada una expuso sus experiencias y las de sus conocidas, fue Samara Ibrahim la encargada de dar forma a una idea en común.

En un acto de total honestidad, Samara declaró que se atrevió a realizar este texto con total respeto al teatro y mucha valentía, porque ella es guionista de cine y televisión.

“Una gran dramaturga que respeto y conozco, Ximena Escalante, me dijo hace poco ‘migrar no es sólo de valientes, es necesario en el oficio’”.

“La obra es un retrato de la insatisfacción que muchas veces sentimos, que no tiene género. Queríamos contar un poco esto que vivimos también las mujeres contemporáneas, es un retrato de lo que somos los seres humanos cuando tememos y cuando amamos”, dijo la escritora.