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En el ambiente impregnado de discursos subversivos y de conciencia social sobre el peligro que enfrenta Wirikuta, el poeta y escritor Javier Sicilia tomó el escenario para pedir un minuto de silencio por los caídos en la lucha contra el narcotráfico, mientras Rubén Albarrán creó una cadena humana sostenida con las manos y exhortó a los congregados a no creer en lo que dicen los medios de comunicación sobre los acontecimientos del 22 de mayo.

Ante un Foro Sol lleno, Sicilia consideró que Wirikuta significa “un rostro de dolor y humillación a los indios... La guerra que lleva 60 mil muertos y 250 mil desplazados fuera de México por miedo; por ello hagamos el grito del silencio por un minuto”.

“Los dioses ocultos”, “Viento” y “Aquí no es así” formaron parte de la intervención de Caifanes, quienes lograron, una vez más, cimbrar el lugar.

“Nubes” continuó con la exaltación generalizada y el canto de los miles de fieles mientras recordaba el fin: “Hoy no existen rockstars, no existe protagonismos, lo que rige es la unión y la solidaridad y, sobre todo, estar junto a nuestros hermanos indígenas y dar un grito de solidaridad”, dijo Saúl Hernández.

Bunbury compartió con el sentimiento de dolor con el pueblo mexicano por tener una patria expropiada una vez más. “El tiempo de las generaciones de no sabe, no contesta, nuestra involucración es necesaria, con lo sagrado no se negocia la tierra no se vende”, comentó Enrique previo a “El extranjero” y “Ódiame” y “Sí”.

Café Tacvba comenzó de forma festiva con “Las Flores” e “Ingrata”, pero exhortó a los congregados en no dejarse llevar por espejismos comunicativos sobre lo que la First Magestic, una de las concesiones dadas, había realizado días atrás.

“Chica banda” resonó, tras referir su admiración a la comunidad estudiantil mientras un cartel con la leyenda “Yo soy 132” se vislumbraba en la parte posterior del proscenio previo a “El baile y el salón”. Tocó después momento para la defensa puertorriqueña de tierras latinoamericanas de Calle 13 con “El baile de los pobres”; como muestra de unión, Rubén Albarrán llegó al entarimado para cantar su parte en “No hay nadie como tú”.

“Vamo’ a portarnos mal” generó un slam en la parte central del recinto.

Julieta Venegas se entregó a la causa con temas como “Me voy”, “La Jaula de oro”, “Andamos huyendo” y “Revolución”. Sonidero Mestizo, Ely Guerra y Amandititita fueron la antesala de una velada en apoyo a los wixárikas.