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Cuatro años en Francia al lado de sus familia no pudo con el gran amor que Elisa Salinas tiene por la televisión. Envuelta por el cariño y crecimiento de sus hijas, la productora se dejó seducir por los encantos de la llamada “Ciudad Luz” y por el affair que significa la cinematografía en su vida.

Produjo varias cintas en España, trabajó para la pantalla chica gala y del viejo continente, pero lo mejor está por venir: una película que producirá junto a Christian Bale a finales de año.

Desde hace año y medio Elisa retornó al país para trabajar en varias proyectos de su casa, TV Azteca, de cara al lanzamiento de su próxima telenovela, a mediados de 2012.

De todo ello y su visión de la televisión en el país, la productora habló con EL UNIVERSAL.

¿Además de descansar, qué hiciste en Francia?

Son ciclos que se viven. Cuando decidí irme de la televisión se abrieron varias oportunidades, muchas de ellas tenían que ver con el crecimiento familiar, hacerme cargo de mis hijas... He pasado muchas épocas de mi vida en Europa y cuando llegué la decisión de mudarme fue también para que mis hijas tuvieran esa misma oportunidad que yo.

Te enfocaste mayormente al cine durante tu estancia en Europa ¿Qué encontraste allá?

Coproduje con Filmax varias proyectos, por ejemplo REC, la primera y segunda y vamos por la tercera que podríamos estrenar este año. A finales de año empezaríamos a trabajar una película que produzco junto a Christian Bale. También hice algo de televisión en Europa, son otro tipo de propuestas estéticas y de clichés dirigidos para un nicho muy específico. Fue bueno salir de esa zona de confort que significa México. Lo disfruté, lo pasé muy bien porque sí descansé y creo que esta temporada sabática sirvió para refrescar ideas.

Parece que la televisión en Azteca te extraña, tú echaste de menos a la televisión?

Las cosas se acomodaron de tal forma que pude volver ahora y es como reencontar al gran amor de juventud. Me encanta, pero no soy de extrañar las glorias pasadas, ni de celebrar las posibles futuras. Pude hacer muchas cosas en ese tiempo....No he dejado de trabajar, he seguido coproduciendo películas durante los cuatro años que salí de la televisión, pero la televisión para mi será mi primer y último amor.

¿Que empresa encuentras en tu retorno a México?

Pasamos de ser un poco un negocio familiar a uno institucional: con gran desarrollo. Por ejemplo, todo lo que manejamos en relación a Fundación Azteca, que tiene que ver con la vida del país y que las afecta para bien, soportados con la plataforma de la pantalla. En cuanto a televisión hay mucho más conocimiento del medio, del mercado, se ha vuelto mucho más competitiva. Tenemos más tecnología y elementos con los que podemos hacer telenovelas más modernas, pero con lo clásico del género, algo que tiene que respetarse.

¿En qué trabajas actualmente y cuándo vuelves a la televisión con un proyecto personal?

Llegué el año pasado y me puse a trabajar, tomé varias producciones como Cielo Rojo, Lo que callamos las mujeres, y otros unitarios; también asesoro proyectos como A corazón abierto, en su segunda etapa. Sigo trabajando en la telenovela que tiene un marco de referencia un tanto clásico, es una adaptación de una telenovela mía y que lanzaré a mediados de año, si es que todo sale bien, estaremos en Notas de amor

¿Trabajarás nuevamente con Bárbara Mori, tu “comadre”?

Ella tiene en este momento algunos proyectos personales, su serie de televisión que está moviendo y habría que checar tiempos, pero para mi sería un agasajo trabajar nuevamente con ella. Si no en este proyecto en alguno más que se dé.

¿Con qué te has enfrentado para poder sobresalir en un campo tan competido donde la mayoría de los productores son hombres?

La industria y el país ha cambiado en ese aspecto. Tal vez tuve mucha fortuna, pero aunque en su momento hubo muchos contratiempos para hacer varias cosas, la verdad no me fue muy difícil. En Europa las cosas se manejan diferentes desde hace muchos años y cuando regresé te das cuenta que la equidad de género es una realidad y a veces lo superamos. El machisimo existe y en lo personal busco dar mensajes en mis telenovelas que lo erradiquen. No se trata de las mujeres al poder, sino del complemento que son ambos géneros.