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Si hubiera decidido continuar con su carrera de ginecobstreta, Edgar Vivar ganaría a finales de los años sesenta, 900 pesos mensuales; sin embargo en esa época fue invitado a hacer un comercial, y por un día le pagaron 500. La decisión de ser actor estaba tomada.

“Cuando estaba en la preparatoria tuve que llevar una actividad estética y había teatro, después estudié medicina y por razones causales y personales me involucré en esta carrera. Buscaba el punto de contacto de por qué podía estar como actor, me percaté que el médico alivia el dolor humano, y el arte es una terapia que complace una necesidad espiritual, que tiene su razón de ser y no está tan peleada con ella”, platica a EL UNIVERSAL el actor, quien cumplirá 40 años de carrera este año.

Su primer profesor fue Gonzalo Correa (Don Juan Tenorio), quien posteriormente se convertiría en su amigo, pero Ignacio Brambila cambiaría su vida al presentarlo con Roberto Gómez Bolaños.

“En el mundo de la actuación conocí a un señor llamado Nacho Brambila, quien declinó la invitación de Chespirito para participar en El Chavo del 8, y le dijo a Roberto, ‘no voy yo, pero tengo a alguien que te puede funcionar muy bien’.

Y lo demás es historia”, recuerda el comediante. Justo el personaje de El Señor Barriga y Ñoño dio a Edgar la oportunidad de conocer gente y lugares por doquier, relación que confirma hoy en la cuenta de Facebook que un amigo le abrió, y en el cual ya tiene más de mil amigos y en la cual subirá fotos e imágenes de su carrera.

Sanador de almas

Y Vivar no tiene empacho en decir que los personajes de la vecindad le han dado todo y más, pero lo que nunca imaginó fue cambiar la vida de personas que se lo hacen patente a través de la red social.

“En un día más de mil amigos y con una reponsablidad enorme, porque quiere decir que eres algo importante en su vida, porque se toman la molestia de entrar y escribirte... Hubo una chica que escribió que su su padre era sordo y me dijo ‘cuando usted decía ¡Míralo eh, míralo eh! mi padre lo repetía y preguntaba si así había dicho yo en la televisión’. Eso no lo pagas con nada y no te das cuenta cuando estás actuando que te quedas en el consciente colectivo eso ya no es parte de ti. A mí me sobrepasa”.

Fue por esa razón que su perfil en Facebook fue abierta con El Señor Barriga, para tener una retroalimentación con sus seguidores.

“Es bonito llegar a esta etapa de la vida de poder compartirlo de una forma u otra. Antes me daba flojera y no soy muy afecto a esto de las redes sociales. Soy de una época donde había una relación epistolar y conservo las cartas que me escribían mis fans, muchos de ellos niños. He de tener unas 200 cartas o más, entrañables, porque estos niños son padres ahora de una nueva generación que ve el programa en varios países”.

Tendrá homenaje en Brasil

Edgar Vivar acelera sus clases de portugués, de hecho ya lo domina, y es que en octubre viajará a Brasil donde le harán un homenaje por sus personajes en El Chavo, pero se prepara el año próximo para dar un seminario en el mismo colegio de actores que tiene Adriana Barraza en Miami.

“Me entusiasma este unipersonal que haré en Brasil para SVT, que es la segunda cadena más grande allá, y que su programa más importante es El Chavo. Tiene 30 años pasando y es la competencia más grande de Radio Globo. Antes voy a Perú a Frecuencia Latina, que transmite dos veces el programa e iré a dos emisiones”.

Los personajes del serial de Chespirito son como un apellido para el actor, quien los ha utilizado bien para continuar su trayectoria.

“Ser parte de esta serie es un estigma, una marca, pero no son un lastre. Lo veo como un reto y para mucha gente no existe una diferencia entre Señor Barriga y Edgar Vivar. Cuando termina el programa me voy a Argentina y España a hacer otras cosas que apenas están llegando a Brasil. El Orfanato apenas llegó y la película Bandidas, poniéndome como estelar en los carteles, con Penélope Cruz y Salma Hayek. A ver qué opinan ellas sobre esto”, dijo.

El año próximo, Vivar viajará a Miami para dar un seminario en el colegio donde imparte Adriana Barraza, con quien produjo la serie Posdata, que se exportó a Medio Oriente y Europa.

“Me ha invitado a dar un curso sobre mecanismos de la risa, de comedia, que es interesante porque hablaremos de porqué se ríe el ser humano. Además tenemos otros planes de hacer más series”, finaliza.