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Durante el rodaje de la película Restos, y casi siempre que tenía llamado, Ilse Salas era sometida a sesiones de hora y media para colocarle tatuajes en los brazos.

“No me bañaba bien precisamente para que no se borraran del todo, pero cuando tenía que ir al teatro, había que quitarlos. Pero no me quejaba, los tatuajes me gustan, es más, si pudiera, me los dejaría.”

La actriz en Hidalgo: la historia jamás contada, debía portar dibujos en el cuerpo para su personaje de una amante de la fotografía, que ha tenido dolor.

Restos es dirigida por Alfonso Pineda, compartiendo créditos con el argentino Leonardo Sbaraglia (ambos de Amor, dolor y viceversa).

Cuenta la historia de dos parejas, la de ella y un jazzista, y la de un hombre violento (Manolo Cardona) y una ciega (Carolina Guerra).

Las fotos que se vean en la edición final del filme, a estrenarse en 2012, habrán sido tomados por Salas.

“Lo primero que hice fue pedir la Polaroid para ensayar y comenzar a tomar fotos compulsivamente. “Me dieron como tres semanas la cámara y aunque estaba en planeo rodaje, yo seguía tomando. Muchas de las que van a aparecer en la película, habrán sido tomadas realmente por mí”, detalla Salas.

Así como ella, Sbaraglia tuvo unos días para aprender a tocar la guitarra eléctrica y acústica.

“Y canta”, dice Pineda, el director. “Bueno, más bien, como él mismo dice, murmura, pero la verdad es que no lo hace mal”, explica.

Los respeta el clima

Restos, una historia violenta y de amor, está en etapa de posproducción, se rodó en locaciones de la ciudad de México y Acapulco, lugar último ocupado durante los días en que había lluvia. Sólo en una ocasión, dice Pineda, hubo cancelación de llamado por ese factor.

“¡El actor más difícil era el mar”!, recuerda el realizador. “Decíamos, vamos a esperar que el mar se calme porque el agua llegaba a los tobillos del actor y lo tumbaba. Se gastaban rollos (de cinta) para tener la toma perfecta”. añade.

Narra que se improvisaba mucho para que los actores se sintieran en completa confianza.

Después de todo, dice, parte de la película se verá como si fuera documental, para mostrar la época pasada de los personajes. “Se trataba de tener los planos muy abiertos para que se viera eso, así, los actores podían hacer lo que quisieran en esa etapa”, cuenta.

Pero contra lo que pudiera pensarse, las cuestiones de la naturaleza unieron más al equipo. “Una cosa es tener todo controlado en el set y la otra en locaciones naturales, cuando ves que todo mundo está haciendo su trabajo, haciendo todo lo mejor posible, para que salga la película”, comenta Pineda.

El guión de Restos fue tallereado en Sundance, por lo que podría estrenarse en el Festival de Cine Independiente que se realizará en enero de 2012, en el estado de Utah.

La dirección de fotografía recae en el experimentado Alberto Anaya (Te presento a Laura y Capadocia).