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Mañana, en un hecho insólito dentro de la televisión por cable, TVC que dirige Julio Di Bella, en su espacio de cine mexicano proyectará las cuatro mejores películas de La Sombra Vengadora que, desde que fueron filmadas en 1954 como parte del naciente Cine de Luchadores, muy rara vez pasaron en televisión hace años, nunca salieron en tiempos del Beta y VHS y mucho menos se consiguen hoy en DVD, cuando ahora este formato es moneda corriente para los coleccionistas de nostalgia.

Las películas dirigidas por Rafael Baledón, con historias del guionista, Ramón Obón, más que abogar por un héroe enmascarado que, aparte de impartir justicia se subía al ring para medirse con toda clase de rufianes (como lo hacían Santo y Blue Demon), se circunscribían más a un vengador enmascarado (Fernando Oses, encarnando al científico encapuchado —antecedente luego de El Rayo de Jalisco— y el actor Armando Silvestre prestándose al juego de ¿será él o no La Sombra?) que ayuda a otros científicos en la protección de una fórmula para la fabricación de drogas sintéticas ¡en 1954!, que codicia el villano (La Mano Negra) y sus esbirros.

Thriller de suspenso

En clave de sabroso como delirante thriller de suspenso con algunas aristas camp, las dos primeras películas: La Sombra Vengadora y La Sombra Vengadora contra la Mano Negra, deben mucho a su acción vertiginosa y sentido del ritmo con recursos mínimos (el truco del puma zombi, es muy curioso) aderezados por la banda sonora de Sergio Guerrero, que matiza los roles y acción de la muchacha de la película (Alicia Caro), su científico padre (Carlos Martínez Baena), el patiño Pedro de Aguillón y el científico dos caras (Rodolfo Landa).

Crédito aparte merece la presencia del bando rudo de villanos , encabezados por el admirable Carlos Musquiz y Yerye Beirute , luchadores-actores como el inolvidable Lobo Negro e histriones de culto como Jorge Arriaga (Ledo o El Tuerto, de Ustedes los ricos), como agente secreto.

Viaje a la Revolución

Luego de las dos primeras cintas, que pueden considerase punto y aparte en el cine de luchadores, junto con Ladrón de cadáveres, de Fernando Méndez, La Sombra Vengadora, sin ninguna explicación científica de por medio, aparece en tiempos de mi general Villa, en locación de la tenebrosa hacienda de La Encarnación, set tradicional de muchas clásicas del horror como la serie de El Jinete sin Cabeza, para protagonizar un par de aventuras serie B de compadres rurales que tienen que ver con secretos celosamente guardaos, tesoros que ocultó El Centauro del Norte, cocodrilos gigantes y otros delirios matizados con hipnótica música, rara para el ámbito revolucionario.

De ahí sus títulos: El secreto… y El tesoro de Pancho Villa, duramente atacados por los académicos de la crítica, pero aclamados por los fans del camp y del México enmascarado en tiempos de la revolución, a pasar de lo paupérrimo de su producción.

Las gracias de este banquete de La Sombra Vengadora (que también fue para algunas secuencias, Eduardo Bonada), se le deben dar a Vanessa Velázquez Ramírez, gerente de Programación de TVC Networks y a su programador estrella y conocedor de cine mexicano, Norberto Blas Zamora, que las programó en línea como se deben ver: La Sombra Vengadora (10:45 de la mañana), La Sombra Vengadora contra la Mano Negra (12:30 del día), El secreto de Pancho Villa (14:05 de la tarde) y El tesoro de Pancho Villa, a las 15:50 horas. ¡Buen provecho!