China vibra con el legendario Dylan, sin himnos políticos

COMPARTIDO. El artista prefirió en buena parte del concierto dejar el centro de la tarima a sus compañeros de grupo, tocando casi siempre el teclado en un lateral. (Foto: AP )
PEKÍN.— Tuvo que esperar 50 años de carrera, pero Bob Dylan pudo por fin cantar en la China comunista, aunque lo haya hecho con casi 70 años a sus espaldas y sin entonar sus himnos políticos más famosos “The times they are a-changing” y “Blowing in the wind”.
No pareció importarle esto al público de Pekín, que vibró emocionado y respondió con ovaciones, especialmente cuando el de Minesota cantó otra de sus canciones más populares, “Like a rolling stone”.
Histórico concierto
Unas 10 mil personas, aproximadamente 90% del aforo, asistieron al histórico concierto en el Gimnasio de los Trabajadores pequinés, que no vivía tanta animación desde que acogiera en los JJOO del año 2008 las pruebas de boxeo.
El público, en su mayoría muy joven y en el que hubo una gran representación de la comunidad expatriada, también se entusiasmó con otro clásico, “A hard rain’s a-going to fall”, aunque se mostró algo frío en el inicio del recital, cuando Dylan enseñó algunos de sus trabajos recientes.
Medio siglo en escena
El artista, que el 11 de abril celebrará 50 años sobre los escenarios, prefirió en buena parte del concierto dejar el centro de la tarima a sus compañeros de grupo, tocando casi siempre el teclado en un lateral, aunque en un par de ocasiones se colgó la guitarra y echó mano de su inseparable armónica, que cuando sonó obtuvo las mayores ovaciones del público. Todo ello en un escenario austero, en el que la larga sombra del cantante y su sombrero fueron la mayor parte del tiempo la única decoración de fondo.
Dylan apenas habló con el público entre canción y canción, haciéndolo sólo para la presentación de sus músicos, pero lo compensó llevando en cada balada su ronca voz al máximo, poniendo de pie a los asistentes en los temas finales, algo meritorio en un país donde todas las entradas a los conciertos son de asiento.
¿Y la respuesta?
En el final del recital, a diferencia de su anterior actuación —en Taipei, la capital de la isla de Taiwán—, Dylan no recitó su oda contra la guerra “Blowing in the wind”, y optó por una canción sin ramificaciones políticas en la que se declaró dispuesto a seguir en la brecha muchos años más: “Forever young” (Eternamente joven).
La ausencia de canciones como “The times they are a-changing”, que en los años 60 alimentó los sueños revolucionarios en Occidente, hace preguntarse si la censura china, como ocurrió hace un lustro con The Rolling Stones, ha enviado a los organizadores una lista de canciones “no permitidas”, aunque la pregunta a este interrogante, como diría Dylan, está en el viento.
La actuación del antaño “rebelde” Dylan, que repetirá en Shanghai es, con todo, un detalle, aunque simbólico, de aperturismo del país al exterior, en un momento especialmente áspero para las libertades en el gigante asiático, por una persecución a la disidencia sin precedentes rematada con la detención del más famoso artista nacional, Ai Weiwei.
Este concierto, unido al que recientemente dieron también en Pekín otros artistas veteranos como The Eagles, permite pensar que las autoridades culturales chinas abandonaron el recelo hacia las estrellas de rock extranjeras que se inició en 2008, cuando la islandesa Bjork pidió la independencia del Tíbet en Shanghai.
Recital aprobado
Los promotores del concierto trataron de llevar a Dylan a China el año pasado, pero el Ministerio de Cultura no dio su aprobación, un paso necesario para cualquier concierto que se celebre en el país.
El acuerdo se produjo este año con la condición de que Bob Dylan “actuara en un concierto aprobado” según un breve comunicado emitido este mes por el ministerio, que no ofreció más detalles.
Pekín quizá no debería estar tan preocupado. Mientras que algunos artistas occidentales como Lady Gaga y Celine Dion son muy populares en China, especialmente entre los jóvenes de las grandes ciudades, Dylan es mucho menos conocido. Un diario estatal, el Global Times, dijo que Dylan no tenía nada que decir al hombre de la calle chino. (Agencias)





