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A principios de 2006, cuando inició Seguridad total, le preguntaron a Ana María Salazar en Proyecto 40 si habría temas suficientes para que el programa perdurara. Ella respondió: “Les aseguro que sí, hagamos la prueba”. En el arranque de 2011, la conductora afirma en entrevista: “Ya vamos a cumplir cinco años y la seguridad se erige en el país como un tema fundamental, cada día más importante”.

Ana María Salazar Slack nació en Tucson, creció en Hermosillo y estudió leyes en Harvard; de 1995 a 1997 fue asesora del Departamento de Estado de Estados Unidos en asuntos internacionales de antinarcóticos; en 1998 fue asesora de la Casa Blanca y de 1999 a 2000 fue subsecretaria adjunta para Política y Apoyo Antidroga del Departamento de Estado.

¿Qué tal se lleva con las cámaras de televisión?

Muy bien. Veo en ellas una herramienta para comunicar al auditorio información valiosa sobre temas difíciles, como la seguridad en general y específicamente la seguridad personal.

¿No se sintió intimidada al principio?

No. Más que nada me preocupaba mostrar temas de seguridad de una manera distinta y atrayente.

El segmento de artes marciales es muy atractivo, ¿no?

Lo que pasa es que desde muy joven yo he practicado artes marciales, soy cinta negra de hapkido; entonces me pareció importante incluir formas de defensa personal que pueden ser útiles para los individuos. Estamos planeando emisiones especiales de Seguridad total sobre artes marciales y, eventualmente, podríamos hacer otro programa exclusivamente con ese tema.

¿El hapkido la ha salvado de situaciones difíciles?

Dos o tres veces he salido de momentos complicados con sólo gritar, no he tenido que recurrir a algo más, afortunadamente. Las artes marciales le dan a la mujer una sensación de confianza, caminas con más confianza y aprendes a escuchar la vocecita que te indica cuándo estás en peligro.

¿Se inspira en Bruce Lee?

De alguna manera, sí; él fue el primero en modernizar el concepto de las artes marciales. Además de ser un artista de cine, creó un concepto práctico para arraigar su disciplina, el jeet kun do. Sacamos un reportaje de ese tema.

¿No trae en la cartera una estampita de San Judas Tadeo?

Ja ja, no, pero sí una del arcángel Miguel, porque así se llama mi marido.

¿No le gustaría ser la secretaria de Gobernación de una presidenta llamada Isabel Miranda de Wallace?

Ja, ja. Primero habría que ver qué pasará en México. Encontrar un buen secretario de Gobernación no es fácil porque se necesita a alguien con capacidad de negociación para crear consensos y que además maneje conceptos claros sobre seguridad nacional.

¿Cómo alcanzó puestos tan relevantes en Estados Unidos?

Tuve mucha suerte y también la disposición para buscar la aventura. Decidí no seguir el mismo camino que mis compañeros de Harvard, que consiguieron trabajos en despachos importantes. Yo trabajaba en Colombia para un proyecto de Harvard sobre justicia penal, mandé mi hoja de vida al Departamento de Estado cuando fue electo Clinton y a un subsecretario le pareció que yo era la persona que necesitaba.

¿Sesionó con William Clinton?

Sí, pero más con su esposa Hillary, quien veía más allá de su papel de primera dama. Ella estaba muy interesada en asuntos de América Latina.

¿No se sintió como la Xóchitl Gálvez en el gabinete de Clinton?

Ja ja. Lo que pasa es que allá te ven como mexicana y acá te ven como gringa, pero uno no puede hacer mucho por cambiar esa percepción.

¿Nunca sintió que su trabajo en Estados Unidos podría afectar a México?

No. La mayoría de quienes tenemos la doble nacionalidad y arraigo en ambos países, creemos que le tiene que ir bien a las dos naciones; lo que sucede de un lado impacta en el otro, como ahora con el asunto de la venta de armas.

Quienes aman las teorías de la conspiración, dicen que en el Pentágono nunca cayó un avión el 11-S. ¿Qué piensa de eso?

Basta decir que la oficina donde trabajaba, fue demolida luego de aquel día.

Y que la influenza fue puro cuento.

Lo curioso es que, aunque la gente no le cree mucho al gobierno, con motivos suficientes para ello, sí acató las disposiciones indicadas en ese caso.

¿No le han ofrecido chamba en el gobierno de México?

Formalmente nunca me lo han pedido, pero creo que aporto más a la solución de problemas desde mi trabajo en los medios, con mi programa de seguridad, mis libros, mis talleres, mis artículos (es colaboradora de El Universal) y mi programa de radio (Imagen News), que se transmite en inglés. También estoy a punto de sacar la revista Mexico Weekly, en inglés, que podría ser quincenal o semanal.

O sea que es hiperactiva, ¿no?

También atiendo a mis dos hijos. Tengo un bebé y twitteo de madrugada.