La metamorfosis de Luis Roberto Guzmán

. (Foto: CORTESÍA BUENAVISTA )
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A Luis Roberto Guzmán simplemente no lo querían como parte de la película. Nadie creía en él. Quizá por ser el fortachón de la serie televisiva El Pantera. O debido a su trabajo en la comedia Ladies’ Night, donde interpretó a un stripper. O acaso por ser galán de telenovelas.
“Ni siquiera lo tenía considerado”, dice el cineasta Jorge Colón, entre risas. Pero el actor de origen puertorriqueño se fue ganando poco a poco el derecho de interpretar a un hombre exitoso, ejecutivo de un reality show, en el filme Sin ella, que llega este viernes a los cines.
En esta película tuvo que encarnar a Gastón, un personaje que tras la muerte de Carmen, su ex pareja, debe atender a sus hijos sin descuidar a Alejandra, su nueva novia. También deberá ocuparse de su trabajo. Lo más extraño es que mientras pasan los días, no sólo recuerda a Carmen, sino que se va dando cuenta de lo que no hizo por ella.
Por si fuera poco, Luis Roberto debía llorar angustiado en varias escenas y verse agobiado cuando se da cuenta de que su trabajo absorbía su vida.
Lograr esto no fue fácil. Para ganar el papel de Gastón, el actor subió 10 kilos de peso y además se dejó rapar entradas en el cabello para hacerlo ver como un hombre más grande.
“Me sentí como Conejillo de Indias, me afeitaron la cabeza sin que estuviera confirmado en la película. Además a partir de (la nueva dieta) mi metabolismo cambió, fue una de las partes más difíciles”, comenta Guzmán.
Al final convenció a todos. El equipo de producción, que al inicio del rodaje lo veía con incredulidad, al concluir lo apoyaba en todo.
“Después de que diseñé el personaje, empecé a observar a Jorge Colón porque es un adicto al trabajo, y mi personaje era eso. Entonces me inspiré en él para caracterizar a Gastón y eso él lo sabe, por eso ahora es un gran amigo”, cuenta el actor.
Un ojo avispado podría decir que la lucha para obtener su protagónico en cine es una especie de analogía de lo que le ocurre a su personaje para entender a sus dos hijos.
Una historia casi real
Sin ella es el nuevo largometraje de Jorge Colón, el mismo de la taquillera Cansada de besar sapos. Él fue autor del guión, que refleja en parte su vida.
Vi cómo mi papá, después de 60 años de matrimonio y de perder a su mujer, llevó siempre un luto.
“Me sentaba con él y le decía que era necesario buscarle una novia, pero con la sola mención se le salían las lágrimas porque sentía que ella estaba ahí, a un lado de él. Eso me inspiró muchas cosas para la película.
“Además yo tengo dos hijos y siempre estoy trabajando. Pienso que echamos a perder muchas relaciones por simples egos, por no dar el brazo a torcer con nuestra novia o esposa, por no decirle: ‘perdón, amor, la regué, te traté mal’. Y no nos ponemos a pensar que un segundo te puede cambiar la vida”, comenta el director de la cinta.
Para conformar a la familia del protagonista, el realizador reclutó a Zuria Vega como Gabriela, la hija mayor, rebelde y hosca hacia el papá, y a los gemelos Alan y Gael Sánchez, que tenían la misión de representar a Lucas. Uno era llamado para las escenas de llanto y otro, para las de alegría.
“Son situaciones que pasan en la vida real, tuve que imaginarme que verdaderamente había perdido a mi madre. Debía estar bien concentrado en mi personaje, ya que el llanto era la parte más complicada”, dice Alan.
Para Gael fue un papel menos difícil ya que aparecía sólo en los momentos de más serenidad.
“Me gustó mucho, aunque mi hermano hizo más escenas que yo. Me divertí con todo el elenco, fue una gran experiencia y aprendí mucho de mis compañeros”, cuenta el pequeño.
Fue la primera vez que Luis Roberto trabaja con niños, así que desarrolló una técnica que les permitía jugar en el set para sentirse más identificados.
“Y con Zuria no me veía, cada quien estaba trabajando su personaje, ya en escena de verdad que hubo momentos en que me caía mal y yo a ella, era mutuo. Los dos estábamos tan metidos en el papel, que luego no sabíamos qué era ficción y qué realidad, ahora ya nos reímos de eso”, dice el actor.
Como Luis Roberto, Zuria no estaba considerada en un principio para actuar en la película, pero buscó hacer casting y finalmente fue la elegida para el personaje de Gabriela.
“Le dije a mi mánager que yo quería hacer casting para esa película, pero ya había alguien en mi papel, ya habían hecho fotos. Entonces Jorge dijo: ‘Que venga y que haga una lectura’, entonces fui, Jorge se enamoró de mí y creyó en mí”, recuerda Zuria.
El resto del elenco se conformó con la española Lola Dueñas como la ex esposa muerta de Gastón; Luis Arrieta (Paradas continuas) en el papel de asistente, Alejandro Calva (Los simuladores) como ejecutivo de la televisora donde trabaja el protagonista, y el experimentado Fernando Ciangherotti en el papel de un roquero que ha venido a menos, de quien Gastón hace un reality show para encontrarle novia.
“Es como el Bret Michaels (vocalista de Poison, que en MTV tuvo su reality) pero a la mexicana”, reconoce Colón.
Quien más resintió la historia de la película fue Paola Núñez.
Ella se encontraba rodando su parte cuando su papá murió en un accidente automovilístico. “La película fue como una llamada de atención, justo para reconectarme con lo verdaderamente importante, para cerrar todo, para aterrizar lo que yo venía pensando y sintiendo. Con Alejandra pude perdonar y perdonarme. A partir de la película estoy más conectada con mi familia y los siento más presentes”, dice la actriz.
Sin ella, producida por Miravista México, se estrenará en al menos 300 salas de la República Mexicana.
La dirección de fotografía recayó en manos de Eduardo Martínez Solares (Malos hábitos y Todo el poder) y el vestuario en Gilda Navarro (Arráncame la vida y Voces inocentes).





