La peluquera, un filme que refleja la vida real

PERSONAJE. La trama sigue a Kathi, quien sueña con tener un salón de belleza. (Foto: CORTESIA )
cesar.huerta@eluniversal.com.mx Durante dos años la realizadora alemana Doris Dörrie se fue a cortar el cabello a una peluquería donde conoció a una mujer de gran sobrepeso, pero de un extraordinario comportamiento frente a la vida, aunque las cosas no le fueran del todo buenas. Un día la directora decidió hacer una película sobre esa mujer, poniéndole algo de ficción y logró hacer La peluquera, su nuevo filme, que ha cosechado comentarios favorables en distintos países y que este lunes se presenta en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia. La trama sigue a Kathi, que tras la reunificación alemana se convierte en desempleada y comienza una serie de acciones para enmendar su vida. “Le pasan cosas difíciles, tremendas, pero tiene en la vida real un toque de ligereza para olvidar todo. En la película la adelgacé un poco. Hay citas textuales de lo que dice ella todo el tiempo”, cuenta Dörrie, conocida por sus largometrajes Flores del cerezo y Nadie me quiere. Es una cineasta que puede presumir que casi todas sus películas han ganado dinero y reportado negocio para sus inversionistas, algo difícil en la cinematografía alemana, donde se producen cerca de 400 filmes al año y sólo llegan 80 a la pantalla grande. La peluquera, que aún no cuenta con distribución comercial en México, es una comedia donde se mezclan temas como la migración y la burocracia. La protagonista se interna en el espinoso camino de las instancias oficiales y bancarias para cristalizar el sueño de tener un salón de belleza propio, en lo que era una cafetería asiática. En una secuencia en la que va con un hombre de sobrepeso, éste le dice que está gordo y ella le responde que lo único que observa es a un gran hombre. “Me niego a hablar de ella como una comedia, los que las clasifican son las distribuidoras, yo lo que intento es hacer una película divertida sin fijarse en qué genero estoy. Yo por supuesto quería que la gente la viera, pero sobre todo las peluqueras”, dice bromista. Aún sigue en comunicación con la mujer que inspiró la cinta. “Se sintió honrada de que tomara en cuenta su vida, se sintió bien y por otro lado como en su local tiene el póster de la película ha ganado clientes, ella es la peluquera”, concluyó Dörrin.





