Los tigres siberianos que pertenecieron al presidente ruso Vladimir Putin y fueron liberados en mayo de 2014, lograron sobrevivir a la peor nevada en años registrada recientemente en Siberia, demostrando que ya se adaptaron a la vida silvestre.

Grupos conservacionistas habían expresado su preocupación por Kuzya, Borya e Ilona -los tigres de Putin-, debido a que se trata de una especie en peligro de extinción y porque desconocían si sobrevivirían en su nuevo hábitat.

Sin embargo, los expertos informaron este miércoles que los tigres se adaptaron plenamente y caminan con libertad en áreas del Lejano Oriente, que este invierno sufrió una fuerte nevada -de más de un metro- que sepultó a muchos animales y a otros los dejó sin comida.

Los especialistas temían que el tiempo anormalmente frío pudiera diezmar a la mayor parte de la fauna única de Siberia, entre ellos los tres felinos, pero éstos "están bien y se han adaptado a la vida en la naturaleza" .

La información sobre su bienestar fue obtenida de las señales de radio que emiten los rastreadores colocados en su cuello, de acuerdo con reportes del periódico local The Siberian Times.

La señal de Borya muestra que ha cruzado la frontera desde Oblast Autónomo Judío hacia Priamurye, en Oblast Amur, un total de siete veces y actualmente está a unos siete kilómetros del distrito de Arkharinsky.

Ivan Bolotsky, subjefe del Departamento Amursky para la Conservación, afirmó que la información no es sorprendente, "Borya cruzó en busca de mejor comida" , dijo.

Los datos muestran que Kuzya se mueve lentamente después del invierno y de regresar de China, y parece que se ha asentado en Oblast Autónomo Judío, mientras que Ilona pasó la temporada en el santuario de vida silvestre de Khingansky.

Ilona eligió una zona donde habitan una gran cantidad de jabalíes, allí destruyó una cámara pero sus últimas fotografías muestran que ha crecido y engordado, refirió Bolotsky.

Putin dejó en libertad a los tres tigres siberianos en una parte remota de la región de Amur en mayo del año pasado, pero sus movimientos -dedicados principalmente a buscar alimentos- han estado siendo monitoreados con los rastreadores.

Las preocupaciones por su superviviencia se habían intensificado por las condiciones meteorológicas del invierno, ya que no estaban acostumbrados a la nieve.

Más comúnmente conocido como tigre siberiano, el tigre de Amur está enlistado como una especie en peligro de extinción, con menos de 450 felinos en la región, por lo que en el año 2010 Rusia lanzó una estrategia nacional para protegerlos.

ae