Perfil: Jeb Bush, descendiente de una dinastía de presidentes
El exgobernador de Florida afronta, tras años alejado de la 'arena' de la política, el reto de convencer a las bases republicanas de que su ideario y programa de gobierno es el que necesita el país. (Foto: Reuters Archivo )
Descendiente de una de las sagas familiares que más poder ha acumulado en Estados Unidos, el republicano Jeb Bush, de talante moderado, larga experiencia y palabra tranquila, hizo hoy oficial su salto a la competición por la silla presidencial.
Pese a la aversión que siente por el uso de la palabra "dinastía" junto a su apellido, su pertenencia a un clan que ha ocupado un lugar central en la vida publica estadounidense es una herencia que Bush no puede orillar, ya sea como escollo o capital político.
A su favor, la discreción en torno a su intimidad, alejado de los focos mediáticos, un patrón que se repite entre los miembros de la familia Bush, que ha dado ya dos presidentes al país: su padre, George H. W. Bush (1989-1993) , y su hermano George W. Bush (2001-2009) , los dos republicanos, al igual que John Ellis "Jeb" Bush.
Ahora, el exgobernador de Florida (1999-2007) afronta, tras años alejado de la 'arena' de la política, el reto de convencer a las bases republicanas de que su ideario y programa de gobierno es el que necesita el país.
Nacido en Texas en 1953, Bush parte en la contienda con la ventaja de dominar perfectamente el español y tener una esposa mexicana, Columba Garnica, dos activos que le dan un gran ascendente sobre la comunidad hispana, que aprecia su perfil de hombre razonable y pragmático.
Quizá por ello no ha parado de defender una reforma migratoria integral que regularice a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos: "Somos una nación de inmigrantes. Este no es el momento de abandonar algo que nos hace especial y único como país" .
En cambio, Bush se ha mostrado muy crítico con la política no intervencionista del presidente Barack Obama en el exterior y ha cuestionado con dureza el acercamiento diplomático hacia Irán y Cuba, que a su juicio sólo puede reforzar a esos dos regímenes.
En opinión de Bush, el acercamiento de la Administración Obama al "Estado policial comunista" cubano refleja el "fracaso" del Gobierno de EU en contraatacar con firmeza a regímenes que, como el cubano y el venezolano, "continúan comprometidos en actividades en el exterior que minan la estabilidad de la región".
En un tono más moderado, ha arremetido también contra el nuevo sistema sanitario del presidente, conocido como Obamacare, pero también ha reconocido que su partido debe proponer una "alternativa" a la población más desfavorecida que no puede pagar un seguro de salud.
Contrario al uso medicinal de la marihuana, Bush no ha eludido tampoco el debate sobre el matrimonio homosexual, y aunque defiende el enlace "tradicional" entre hombre y mujer, se ha mostrado siempre respetuoso con la unión de parejas del mismo sexo.
Bush parte como uno de los candidatos favoritos entre las filas republicanas: le avalan su trayectoria política, su talante moderado, los logros cosechados durante su mandato en Florida, y, pese a generar dudas entre quienes le recriminan su falta de garra verbal, esa debilidad la compensa con su experiencia política y empresarial y sus propuestas centristas.
Conviene también recordar que Bush puso punto final a su etapa al frente de Florida con un alto grado de aprobación (en torno al 60 %) a su gestión.
Según aseguró a Efe Adam Segal, director del Proyecto del Votante Hispano de la Universidad Johns Hopkins, situada en Washington, Jeb Bush es un caso único, un anglo convertido en un "latino honorario, bilingüe, con una esposa mexicana y unos hijos que se identifican con la cultura hispana".
En opinión de Segal, las elecciones presidenciales de 2016 van a ser las más "emocionantes que se han producido en mucho tiempo en Estados Unidos, en cuanto al papel del voto hispano", con dos candidatos de origen hispano, Marco Rubio y Ted Cruz, y otro, Jeb Bush, con enorme empatía con la comunidad latina y que espera acercar el Partido Republicano a los latinos.
En cuanto al peso de la "púrpura" que conlleva su apellido, no es menos cierto que este le ayudará sobremanera en la recaudación de donaciones millonarias para su carrera dentro del Partido Republicano por llegar al Despacho Oval.
El republicano, graduado de la Universidad de Texas en Estudios Latinoamericanos en 1973, se casó con su novia, Columba, en 1974, y poco después fue contratado por la división internacional del Commerce Bank de Texas, dirigido por Ben Love, un amigo muy cercano de la familia.
A principios de los años 80, Bush se mudó al condado de Miami-Dade, donde comenzó a trabajar en una de las principales empresas de bienes raíces del sur de Florida, Codina Group, de la que posteriormente se convirtió en socio.
Tras despedirse de la gobernación de Florida en 2007, Bush tuvo un asiento en el consejo del fondo de inversión inmobiliario Rayonier Inc y fue asesor en el banco británico Barclays, cargos a los que renunció en meses pasados para concentrarse en la preparación de su candidatura para las elecciones presidenciales de 2016.
ahd