El Papa Francisco lamentó hoy el fallecimiento de decenas de inmigrantes africanos mientras intentaban llegar a Italia atravesando el Mar Mediterráneo e instó a la solidaridad.

Al finalizar su audiencia general, que presidió ante más de 11 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el líder católico hizo referencia a los 232 inmigrantes muertos a causa del frío y un temporal que golpeó las tres barcas en las cuales viajaban.

"Sigo con preocupación las noticias llegadas de Lampedusa, donde se cuentan otros muertos entre los inmigrantes a causa del frío mientras atravesaban el Mediterráneo" , indicó.

"Deseo asegurar mi oración por las víctimas y animar nuevamente a la solidaridad, para que a ninguno le falte el socorro necesario" , agregó.

Las víctimas viajaban el pasado domingo en tres barcazas, entre ellas una con 105 personas socorrida por la Guardioa Costera italiana y en la que 29 inmigrantes murieron de frío.

En las otras dos embarcaciones viajaban 105 y 107 personas a bordo, respectivamente, habían salido de las costas de Libia y solamente nueve fueron rescatadas.

Durante la audiencia general de este miércoles, en tanto, el pontífice reflexionó sobre "la alegría de los hijos" para las familias y la sociedad.

Advirtió que los hijos no son un problema de biología reproductiva, ni uno de tantos modos de realizarse y, mucho menos, son una posesión de los padres. "íNo, no!. Los hijos son un don, un regalo, advirtió.

Constató que un hijo se ama no porque es bello, sano, bueno, no porque piensa como sus padres o encarna sus deseos, porque se trata de una vida generada por ellos pero destinada a él, a su bien, al bien de la familia, de la sociedad y de la humanidad entera.

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