Washington.— En un cierre de filas apurado por las circunstancias, Estados Unidos y Alemania decidieron ayer dar una nueva oportunidad a Rusia y Ucrania para alejarse de un escenario de guerra abierta, pero sin descartar la posibilidad de elevar las sanciones contra Moscú —que la Unión Europea (UE) pospuso ayer para dar oportunidad a la iniciativa de paz— ni retirar la posibilidad de enviar armamento a Ucrania.

“Al igual que la canciller, Angela Merkel, vamos a ver si las negociaciones (del miércoles en Minsk) funcionan”, aseguró el presidente Barack Obama, al advertir, sin embargo, que su gobierno mantendrá “todas las opciones abiertas”, incluida la posibilidad de suministrar el armamento que desde el inicio del conflicto ha solicitado Ucrania para defenderse del ejército ruso.

En medio de negociaciones a contrarreloj, la canciller alemana conseguía ayer contener la creciente impaciencia de EU frente a Rusia, en medio de consultas que podrían producir resultados concretos el miércoles en Minsk.

“El presidente de Francia (Francois Hollande) y yo hemos decidido proseguir con estas negociaciones en Minsk para desactivar el conflicto”, insistió Merkel sin aclarar si esa cita es la última oportunidad, o sólo una nueva parada en la ruta hacia la paz o la guerra.

El encuentro entre Obama y Merkel en la Casa Blanca se produjo al tiempo que fuentes diplomáticas señalaron que las sanciones previstas contra 19 personas: cinco rusos, 14 separatistas y 19 entidades de Rusia y el este de Ucrania serán implementadas el próximo lunes 16. Sin embargo, podrían ser modificadas o incluso suspendidas si se consiguen avances en Minsk.

En este contexto informes de inteligencia consignaron ayer el avance y la consolidación del ejército ruso en distintos puntos de la frontera con Ucrania, especialmente en sectores donde se encuentra la industria militar que ha permitido a Moscú seguir con sus programas de producción de misiles y helicópteros. Precisamente, ante el avance del ejército ruso y las resistencias de Vladimir Putin de reconocer la frontera con Ucrania antes de la ofensiva, obligaron ayer a Merkel a lanzar un mensaje de advertencia.

“Uno de los aspectos más importantes discutidos esta mañana (con el presidente Obama) es que seguimos defendiendo el mismo principio sobre la inviolavilidad de la integridad territorial de Ucrania”.

“Si cedemos en el principio sobre la inviolabilidad de las fronteras, entonces será muy difícil mantener el orden y la paz que tanto nos ha conseguido alcanzar”, añadió Merkel.

A su vez, Obama indicó: “Creo que es importante insistir que no podemos permitir que las fronteras en Europa sean reconfiguradas arma en mano”. Reiteró que aunque su administración ha decidido apoyar a Francia y Alemania en la búsqueda de una solución diplomática, la opción de acudir al rescate de Ucrania no queda fuera de la mesa.

“Aún no he decidido qué vamos a hacer. Pero la opción de suministrar armas a Ucrania sigue sobre la mesa”, insistió. Además, prosiguió, Rusia tiene que entender que mientras siga con esta agresión contra Ucrania, “quienes sufrirán serán los ciudadanos de a pie que pagarán el precio de un país cada vez más aislado” por la comunidad internacional.

El corto encuentro entre Obama y Merkel permitió, además, pasar revista en otros campos de cooperación militar en Afganistán y en la lucha concertada contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak. “Alemania y EU permanecen igual de resueltos y decididos a terminar con esta amenaza de barbarie que representa el EI”, dijo Obama.