Vive Túnez jornada de terror en museo
TENSIÓN. Escoltados por elementos de seguridad, rescatistas trasladan una camilla vacía frente al Museo Nacional del Bardo la capital de Túnez, donde hombres armados atacaron a turistas, en la peor jornada de violencia en el país desde la "primavera árabe" de 2011. (Foto: SALAH BEN MAHMOUD / AP )
Túnez.— Hombres armados vestidos con uniformes militares irrumpieron el miércoles en el museo nacional de Túnez y mataron a 19 personas, en uno de los peores ataques en un país que en gran medida había escapado de los disturbios de la “primavera árabe”.
El jefe del gobierno tunecino, Habib Essid, dijo que 17 turistas de siete nacionalidades diferentes murieron en el ataque armado.
Essid enumeró las víctimas como cuatro italianos, un francés, dos colombianos, cinco japoneses, un polaco, un australiano y dos españoles, quedando otra víctima sin identificar. Precisó que también murieron dos tunecinos —un policía y un conductor de autobús—, además de dos terroristas que participaron en el atentado.
Los servicios de comunicación del primer ministerio habían dado poco tiempo antes la cifra de 20 víctimas mortales entre los turistas visitantes al Museo Nacional del Bardo, escenario del ataque armado y ubicado cerca del Parlamento, que fue desalojado por seguridad.
Aunque la policía aún mantiene abiertas todas las opciones, los indicios apuntan a que se trataría de una acción de grupos yihadistas vinculados con la organización de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), con el movimiento radical Ansar al-Sharia o incluso con una rama del Estado Islámico (EI), autoproclamado en Siria e Irak.
El gobierno de Colombia confirmó la muerte de dos ciudadanos de ese país. España e Italia hicieron lo propio. Francia reportó la muerte de dos connacionales, pese a que oficialmente sólo hubo un fallecido de esa nación. El ataque dejó a unos 22 turistas heridos.
Los agresores, que usaban vestimenta tipo militar y llevaban fusiles de asalto llegaron en un vehículo y comenzaron a disparar contra los turistas que subían a autobuses estacionados frente al museo antes de entrar al recinto para tomar rehenes.
“Comenzaron a disparar contra los turistas cuando éstos se bajaban de los autobuses (...) No podía ver nada excepto sangre y muertos”, dijo el conductor de uno de los vehículos a periodistas en el lugar. Decenas de visitantes huyeron hacia el interior del museo.
Las fuerzas de seguridad ingresaron al antiguo palacio unas dos horas después. Mataron a dos milicianos y liberaron a los turistas que habían sido tomados como rehenes, dijo un portavoz del gobierno. El policía murió en esta operación. Se cree que otros agresores se dieron a la fuga. En un discurso nacional, Essid llamó a los tunecinos a unirse, tras un ataque que, afirmó, pretendía destruir la economía tunecina”. “Estamos en guerra contra el terrorismo y que estos salvajes grupos minoritarios no nos asustarán. La lucha contra ellos continuará hasta que sean exterminados”, añadió.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, condenó el ataque y dijo que Washington continuará apoyando los esfuerzos del gobierno de Túnez para avanzar en prosperidad, seguridad y democracia. Desde Bruselas, el primer ministro francés, Manuel Valls, se sumó a la condena del ataque y recordó que “Francia y Túnez, con el apoyo de la Unión Europea, actúan juntos contra el terrorismo”.
El secretario mexicano de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, también condenó lo que llamó “acto de violencia y terrorismo. Y celebramos la liberación de los 8 ciudadanos mexicanos gracias a los buenos oficios de nuestra cónsul honoraria en ese país”.
El ataque contra un blanco de tan alto perfil es un golpe para el pequeño país norafricano, que depende en gran parte del turismo y había evitado casi por completo la violencia militante desde el levantamiento del 2011 para derrocar al autócrata Zine El-Abidine Ben Ali.
El levantamiento de Túnez inspiró las revueltas de la “primavera árabe” en Libia, Egipto, Siria y Yemen. La adopción de una nueva Constitución y unas elecciones mayoritariamente pacíficas ganaron elogios y fueron un marcado contraste del caos que ha azotado a los otros países. Agencias
UBICACIÓN Mapa