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Venezuela, a la deriva sin el comandante Chávez

José Vales / Corresponsal| El Universal
Viernes 06 de marzo de 2015
Venezuela, a la deriva sin el comandante Chvez

VISITA. El presidente venezolano Nicolás Maduro coloca sus manos sobre la tumba de su antecesor Hugo Chávez, en el Museo Militar de Caracas, durante un homenaje junto a familiares a dos años de la muerte del líder bolivariano. (Foto: ARIANA CUBILLA / AP )

Opositores y chavistas críticos advierten que el país está cada vez peor y que Maduro carece del liderazgo para rescatarlo

El presidente venezolano Nicolás Maduro es el chavista más convencido de que el “legado del comandante es inmenso”. Tanto que, dos años después de la muerte de Hugo Chávez, analistas consideran que el legado “le quedó demasiado grande” al actual mandatario.

A esa conclusión llegan no sólo los militantes del antichavismo en un país polarizado al extremo, sino incluso chavistas como el sociólogo Armenis Romero, quien desde hace dos meses vive en Buenos Aires, en busca de “una vida más tranquila”. “El proceso revolucionario que inició Chávez quedó atomizado con su desaparición. Todo este descalabro económico y social que vive el país, se hubiese contenido sólo con el liderazgo del comandante”, explica Romero, quien, sin quererlo, representa con su opinión a una nuevo sector que surgió dentro de las filas del oficialismo: “El chavismo crítico”.

Dos años después del deceso de Chávez, quien perdió la batalla contra el cáncer, Venezuela es hoy un país mucho más descompuesto que el que recibió Maduro, allá en diciembre de 2012, cuando Chávez, entonces presidente, se despidió para someterse a una operación en La Habana.

“Las decisiones erradas, las medidas económicas desacertadas y los controles anquilosados de la economía fueron medidas adoptadas por Chávez en vida. Lo que hizo Maduro fue profundizarlas y aportarle su falta de liderazgo y su inexperiencia para llevar al país al caos que vive hoy”, explica el economista y ex vicepresidente del Banco Central, José Guerra.

Esos errores, profundizados por Maduro en sus poco más de dos años de gestión, pasan por endurecer los controles al extremo “y no contemplar que la emisión monetaria, acompañada de una baja de los precios del petróleo, iba a dar como resultado un déficit fiscal de 3 mil millones de dólares y una situación social calamitosa.

Para el politólogo Aníbal Romero, “la crisis que vive actualmente el país es la típica de los regímenes de liderazgo carismático como el de Chávez”, con el agravante de que Maduro “en ningún momento intentó una reparación en aquellas políticas que estaban erradas, sino que las profundizó y cuando quiso innovar fracasó”.

Chávez, explica, “no tiene herederos posibles y está a la vista. La pésima gestión de Maduro y los ataques constantes a la oposición sólo demuestran una debilidad extrema y una impericia para el manejo de la economía”.

La escalada del dólar confirma los conceptos de Romero. El dólar paralelo se disparó en tres semanas de los 189 bolívares a 245 que cerró el miércoles, cuando el oficial sigue cotizando a 6.40. A la muerte de Chávez el tipo de cambio no oficial era de 22.34 bolívares y la inflación pasó del 33% de hace dos años al 69% en el 2014.

La violencia y sus nuevos récords no son un fenómeno exclusivo de la gestión de Maduro, pero durante ésta se han profundizado. “Lo que pasó en materia de seguridad fue la multiplicación de los asaltos a mano armada, los ajustes de cuentas y la cantidad de delitos impunes”, dice la socióloga Margarita López Maya. Caracas se convirtió en la ciudad más violenta de Sudamérica, superando incluso a Río de Janeiro, con 143.4 homicidios por cada 100 mil habitantes, según los datos de Naciones Unidas.

Para López Maya, la sensación de la sociedad es que “con Chávez todo era muy diferente” porque “era un líder que a su manera contenía y ocupaba la escena política. Hoy ese espacio está vacante, el oficialismo carece de un líder y comienzan a evidenciarse algunas grietas”. Las denuncias permanentes de supuestos golpes de Estado, los ataques, cada vez más agudos, contra los opositores y los anuncios rimbombantes de “combate a la inflación”, “al precio de petróleo” o “contra la lluvia” son una constante en boca de Maduro, un presidente que carece de cintura política y liderazgo para evitar, como evitó Chávez, las réplicas y las luchas intestinas dentro del bolivarismo.

“Mientras el pueblo hace filas para conseguir caraotas (frijoles) o arroz, los militares se hacen fuertes ante otros sectores, en una pelea que sólo profundiza los problemas del país”, explica Romero. La crisis ha llegado a tal punto que él, que siempre acompañó al chavismo, hoy acusa a los herederos del comandante de “no haber estado a la altura de su legado”.



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