Washington.— La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, pidió ayer tranquilidad, después de que las protestas por la muerte de un afroestadounidense en custodia policial derivaran la noche del sábado en disturbios y detenciones.

Cientos de manifestantes tomaron las calles de Baltimore el sábado en la más grande manifestación por la muerte de Freddie Gray, de 25 años, mientras estaba en custodia de policías. La policía de Baltimore indicó ayer que un “pequeño contingente” de manifestantes rompió vidrieras y atacó vehículos policiales el sábado por la noche. En total fueron detenidas 34 personas, mientras que seis policías resultaron heridos.

Los arrestos se dieron por disturbios, desorden público y desacato a órdenes de la policía para dispersarse.

El comisionado de la Policía, Anthony Batts, explicó que para la manifestación de este sábado se desplegaron alrededor de mil 200 agentes del orden en la ciudad.

“Desde los días de las primeras sentadas por los derechos civiles en nuestro país, Baltimore tiene una larga tradición de manifestaciones pacíficas y respetuosas”, señaló Rawlings-Blake en Twitter.

“Hoy me uno a los líderes religiosos de la ciudad para pedir a los ciudadanos que respeten esa tradición mientras rezamos por la familia de Freddie Gray”, indicó.

El joven de 25 años fue detenido el 12 de abril y murió una semana después tras caer en coma. Un estudio forense determinó que falleció por una lesión en la médula espinal, presuntamente provocada por agentes al detenerlo.

La policía de Baltimore aseguró que Gray fue perseguido por los efectivos, porque “huyó sin razón al notar la presencia policial”. Después de capturarlo, lo arrestaron por posesión de armas. Varios videos grabados por testigos muestran cómo el joven es arrastrado esposado hacia una camioneta policial.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación sobre las circunstancias que llevaron a la muerte de Gray.

El nuevo incidente se suma a una serie de episodios registrados desde agosto pasado a lo largo del país en los que varios afroamericanos murieron a manos de la policía, lo que provocó numerosas protestas.

La manifestación del sábado se dio un día después de que la Policía admitiera que se cometieron por lo menos dos errores de procedimiento al momento de la detención del desarmado Gray: el arrestado no recibió atención médica a tiempo al momento de su detención y al no abrocharle el cinturón de seguridad para trasladarlo, sufrió una herida en la columna que presuntamente le causó la muerte.

Gray pidió asistencia médica en varias ocasiones y después de 30 minutos los oficiales hicieron un llamado a paramédicos. Permaneció una semana en el hospital hasta que falleció.

Hasta el momento seis oficiales han sido suspendidos sin derecho a sueldo durante una investigación interna.

Fredericka Gray, hermana de Freddie, difundió un comunicado en el que pidió detener la violencia. “Mi hermano no hubiera querido esto. La violencia no consigue justicia”. Agencias