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El papa Francisco consideró ayer que el término que empleó en una carta sobre la "mexicanización" de Argentina, en relación al avance del narcotráfico, no le cierra las puertas a nuestro país. Remarcó: "Voy a ir a México", aunque no precisó la fecha.

En una entrevista difundida anoche en el noticiero estelar de Televisa, el Pontífice aseguró que el empleo de ese término en una carta que dirigió al líder de una ONG de Argentina, dada a conocer
el 22 de febrero pasado, "no tiene que ver con la dignidad de México".

Aseguró además que según informes y encuestas que se le han hecho llegar, estima que 90% de los mexicanos no se ofendió por este término. De lo contrario, dijo, ello le habría causado
un gran dolor.

Francisco se refirió además a los problemas que vive nuestro país, en el momento actual y de manera histórica, por lo que dijo: "No es el primer momento difícil que ha vivido México... Yo pienso que a México el diablo lo castiga con mucha bronca", por esto, y señaló a un cuadro de la Virgen de Guadalupe.

"Porque el diablo no le va a perdonar a México que ella haya mostrado ahí a su hijo,  interpretación mía. México es privilegiado en el martirio, por haber reconocido y defendido a su madre".

¿Quién tiene la culpa de los problemas del país?, se preguntó. A lo que él mismo dijo que la respuesta más superficial es decir que es el gobierno.

"Todos tenemos de alguna manera la culpa; no nos hacemos cargo del sufrimiento", afirmó.

Francisco consideró que el diferendo con México quedó zanjado, pese a la petición de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que el Pontífice no estigmatice al país. "Todo en paz, eso no me cerró las puertas a México. Voy a ir a México", dijo el Papa.

Sobre el nuevo cardenal de Morelia, Alberto Suárez Inda, el Papa dijo que su reciente  designación obedece a que el prelado está en contacto con la gente que sufre. Él "está en la sartén, en una zona muy caliente".