Suspensión de ataques a FARC causa polémica
Bogotá.— El procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, dijo ayer que la decisión del gobierno de suspender los bombardeos contra los campamentos de la guerrilla de las FARC es un cese bilateral a las hostilidades disfrazado y pidió claridad sobre la dimensión de la medida.
El presidente, Juan Manuel Santos, ordenó el martes en la noche detener por un mes los bombardeos contra los campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el arma más eficaz y letal contra el grupo rebelde.
A pesar de que el mandatario señaló que no significa un cese total en la ofensiva contra la guerrilla con la que negocia un acuerdo de paz en La Habana y que se mantendrán las operaciones militares, Ordóñez opinó lo contrario. “Estamos ante un cese al fuego bilateral disfrazado”, dijo el funcionario, uno de los principales detractores de las negociaciones entre las FARC y el gobierno.
“El anuncio se traducirá en la parálisis de la fuerza pública en contra de las FARC, mientras ese grupo continúa afectando con diversos delitos a la población civil... Se debe aclarar si en la práctica esa decisión implica la suspensión inmediata de toda operación ofensiva de superficie contra las FARC”, dijo.
En contraste, el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, y varios sectores políticos del país celebraron la reducción de la intensidad del conflicto. “Estamos caminando de manera correcta hacia la consecución del fin del conflicto (...) Siempre tuve una posición moderada de optimismo y esa dosis moderada es mayor”, afirmó De la Calle en una rueda de prensa.
El partido progresista Alianza Verde dijo por su parte que el gesto “ratifica la victoria del diálogo sobre la confrontación”. Agencias