Prepara el Vaticano reforma de la Curia Romana

CAMINATA. El papa Francisco encabeza una procesión al templo de San Miguel Arcángel, en Roma, antes de celebrar misa el domingo pasado. (Foto: GREGORIO SPOSITO / AP )
Ciudad del Vaticano.— El papa Francisco ha invitado a cardenales de todo el mundo a participar —entre jueves y viernes— al consistorio dedicado a la reforma de la Curia, que antecede la ceremonia de creación de nuevos cardenales fijada para el 14 de febrero.
Por tal motivo los purpurados recibieron hace unos días un documento preparatorio que contiene un resumen de trabajo realizado el año pasado por el C-9, el grupo de cardenales que ayudan al Papa en esta reforma.
Anticipando el consistorio, los miembros de este grupo, coordinados por el purpurado hondureño Andrés Rodríguez Maradiaga, se han reunido con el Papa para definir los términos de la presentación de su trabajo, en parte ya dado a conocer.
Las propuestas que posiblemente hará el C-9 fueron presentadas con antelación a los jefes de los dicasterios de la Curia Romana los cuales, con alguna reserva, sobre todo en lo que se refiere a la fusión de algunos dicasterios, según fuentes vaticanas, las han aprobado en su parte sustancial. La reforma de la Curia, después de la estructural con la que fue instituida la poderosa Secretaría para la Economía, contempla la reducción de algunos consejos pontificios, a través de su fusión o “unificación”, y el nacimiento, según parece, de dos grandes dicasterios.
Uno de ellos, dedicado a los laicos, tendría competencias relacionadas con la familia y con todo lo que se refiere a la defensa de la vida, mientras que en el segundo, dedicado a la caridad y a la justicia, confluirán los pontificios consejos de Justicia y paz, la pastoral para los migrantes y la de los operadores sanitarios.
Los nuevos dicasterios podrían estar subdivididos en secretarías, conservando sus actuales competencias, pero reduciendo seguramente sus llamados jefes de dicasterio. También es posible que sea reducido el número de los cardenales curiales, una hipótesis que parece confirmar el hecho de que uno de sus purpurados, Robert Sarah, nombrado hace unos meses titular de la Congregación para el culto divino, hasta el momento no haya sido sustituido.
Tampoco se sabe si los dos nuevos dicasterios se convertirán en congregaciones o seguirán siendo consejos pontificios: la actual constitución apostólica, en relación a la Curia Romana, hace una distinción señalando que las primeras ejercen su jurisdicción en nombre del Papa, mientras que las segundas no, pero establece su “igual dignidad” respecto a las congregaciones.
Para algunos expertos en derecho canónico no habría ningún problema para transformar en congregación la de los laicos, mientras que el problema de la segunda es que de asumir este rango adquiriría no sólo una notable dimensión, sino una gran importancia al ocuparse de temas tan relevantes como los de justicia, paz y migración.
Por lo que toca a las congregaciones existentes, el C-9 no ha hecho propuestas concretas para reformarlas, por lo cual seguramente mantendrán su actual rango, pero con la posibilidad de que algunas de sus competencias puedan ser transferidas a otras congregaciones.
Sobre una eventual reforma de la Secretaría de Estado nada se sabe hasta el momento, pero lo que sí se sabe, lo ha anunciado el C-9, es que la preparación de esta reforma requiere al menos otro año de trabajo.
Piden dar sermones cortos
El Vaticano presentó ayer el nuevo “Directorio Homilético”, un texto de recomendaciones a los sacerdotes del mundo sobre sus sermones: pide que sean cortos, que estén bien preparados y no divaguen con temas fuera de lugar. El texto de 150 páginas fue preparado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la sede de la Iglesia católica, a solicitud de obispos de todo el mundo y de Benedicto XVI.
Desde la celebración en 2008 del Sínodo de los obispos sobre el tema de la Palabra de Dios surgió entre los religiosos la necesidad de que existiese un texto oficial que ayudase a los sacerdotes a realizar mejor las homilías para cada celebración religiosa. Muchos de los consejos se basan en los que dio el Papa en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio). Con información de agencias





