Maduro acusa a EU de presión contra Caracas
Caracas.— El presidente Nicolás Maduro denunció ayer que el gobierno de Estados Unidos está presionando a países de América Latina para que apoyen una intervención en Venezuela, y agradeció el apoyo que, por el contrario, recibe la revolución bolivariana.
“El gobierno de Estados Unidos está como loco, lo denuncio. Está haciendo un ‘lobby’; el gobierno de Estados Unidos está presionando a todos los países de América Latina y el Caribe para que se sumen y apoyen una intervención norteamericana en Venezuela”, precisó. En cadena nacional de radio y televisión, Maduro recalcó durante un encuentro con mujeres en el estado Monagas, que el gobierno estadounidense realiza un “lobby” con todos los países de la región.
“He recibido llamadas de presidentes y primeros ministros diciéndome: me han tratado de presionar, me han amenazado, pero les he dicho: ¡Con Venezuela no se metan!”. Maduro sentenció que tras Venezuela, Estados Unidos trataría de recobrar a todo el Caribe, y aprovechó para agradecer toda la solidaridad que le ha brindado su homólogo de Bolivia, Evo Morales.
“A Evo le tocó pasar por circunstancias peores desde 2006 y cuando él estaba en dificultades, el primero que salía a defenderlo era Hugo Chávez Frías”. “Por eso es que yo agradezco a Evo, que me llama prácticamente todos los días y me dijo ‘compañero Maduro siga adelante, el triunfo le pertenece, peores circunstancias pasé yo en Bolivia en 2006, 2007, 2008 y luego vino la victoria, vino el crecimiento de la revolución, vino la prosperidad para Bolivia”.
Maduro aseguró que ha recibido el respaldo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac), el Movimiento de Países No Alineados, el G77+ China, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y Petrocaribe, ante una conspiración en su contra.
Aprovechó para reiterar que “nadie debe meterse en los asuntos de Venezuela. Los venezolanos tenemos una democracia plena, a prueba de todo. A esta derecha internacional yo le digo, y espero que el mensaje llegue clarito: ocúpate de los asuntos en tu país”.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana (AN), el oficialista Diosdado Cabello, relacionó ayer al detenido alcalde de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, con los acusados de financiar el supuesto intento de golpe de Estado desarticulado por el gobierno hace unos días. Cabello presentó en su programa “Con el mazo dando” una relación de llamadas telefónicas efectuadas supuestamente desde el teléfono de Ledezma en enero de este año a un número de EU perteneciente a dos venezolanos que estarían detrás de la financiación del fallido golpe.
Destituyen a alcaldesa
En este marco, la mayoría oficialista del Concejo local del municipio Guasdualito, en el sur de Venezuela, destituyó ayer a la alcaldesa Lumay Barreto, del opositor partido Voluntad Popular, a quien acusó de supuesto abandono “absoluto” del cargo.
La decisión ocurrió una semana después de que Ledezma fuera arrestado, encarcelado e imputado por conspiración contra el gobierno bolivariano. La alcaldesa confirmó la decisión, que calificó como un “golpe de Estado”, y señaló que la tomó el concejo municipal local.
El secretario general de Naciones Unidas, (ONU), Ban Ki-moon, expresó su inquietud por los recientes episodios de violencia en Venezuela, en los que murió un joven.
Por su parte, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) instó ayer a la Unasur a condenar las graves violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno venezolano contra opositores políticos y manifestantes.
A su vez, los obispos venezolanos pidieron ayer a las autoridades del país que no empleen métodos o armamentos “contrarios a la legalidad”, en alusión a la muerte de un adolescente por un disparo presuntamente hecho por un policía ya detenido. “Pedimos encarecidamente a las autoridades civiles, militares y policiales que no empleen ni métodos ni armamentos contrarios a la legalidad y a la dignidad de los seres humanos”, dijo Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, la ciudad donde murió el menor. Agencias





