Libertad de expresión tiene límites, dice el Papa
BIENVENIDA. El Papa saluda a su llegada a la capital filipina, donde permanecerá hasta el lunes. El gobierno desplegó un gran operativo de seguridad para protegerlo. (Foto: FRANCIS R. MALASIG / EFE )
A bordo del avión papal.— El papa Francisco defendió ayer la libertad de expresión, pero dijo que está mal provocar a los demás insultando su religión y que uno podía “esperar” una reacción a un abuso de ese tipo, en referencia a los ataques de milicianos islamistas en París la semana pasada.
“Uno no puede provocar, no puede insultar la fe de otros, uno no se puede burlar de la fe”, dijo Francisco a reporteros a bordo del avión que lo llevó de Sri Lanka a Filipinas para la segunda parte de su gira por Asia.
Horas después, el Papa fue recibido por miles de personas en Filipinas, el país asiático con mayor población católica. El Pontífice dijo que concentraría los cinco días de su visita en los explotados y los pobres.
Francisco, quien condenó los ataques de París, fue consultado sobre la relación entre la libertad de culto y la libertad de expresión. “Creo que tanto la libertad de culto y la libertad de expresión son derechos humanos fundamentales”, dijo, y agregó que estaba refiriéndose específicamente a los asesinatos de París.
“Todos tienen no sólo la libertad y el derecho, sino también la obligación de decir lo piensan por el bien común ... tenemos el derecho de tener esta libertad abiertamente sin ofender”, afirmó. Para ilustrar su punto, se volvió hacia un asesor y dijo: “Si mi buen amigo, el doctor (Alberto) Gasparri, dice una mala palabra sobre mi madre, puede esperar en respuesta un puñetazo. Es normal. Es normal. No se puede provocar. No se puede insultar la fe ajena. Uno no se puede burlar de la fe de los demás”.
“Estas personas provocan y luego algo sucede. En la libertad de expresión hay límites”, afirmó.
Diecisiete personas, incluidos periodistas y policías, fueron asesinadas en tres días de violencia que comenzaron con el ataque al semanario Charlie Hebdo, conocido por sus caricaturas satíricas contra el islam y otras religiones.
Refiriéndose a guerras religiosas pasadas, como las Cruzadas impulsadas por la Iglesia católica contra el islam, el Papa dijo: “Consideremos nuestra propia historia. ¿Cuántas guerras religiosas hemos tenido? También nosotros fuimos pecadores en esto, pero no se puede matar en nombre de Dios, es una aberración”, afirmó.
El Papa respondió a ocho preguntas, una de ellas también sobre las supuestas amenazas del extremismo islámico. E incluso bromeó sobre la posibilidad de reforzar su seguridad ante la amenaza de sufrir atentados. “Yo digo siempre que tengo un defecto, que tengo una buena dosis de inconsciencia”, dijo Francisco cuando se le preguntó si tenía miedo y si había pensado elevar el nivel de su seguridad en los viajes o en la Santa Sede. Eso sí, Francisco se mostró preocupado por los fieles que acuden a sus actos.
En Francia, el presidente François Hollande dijo en el Instituto del Mundo Árabe en París que así como Francia protege y respeta a los musulmanes, también exige el respeto de valores fundamentales como la libertad y la democracia que “no son ni serán nunca negociables”. Hollande subrayó que el islam es absolutamente compatible con la democracia.
La libertad de expresión y la tolerancia estuvieron en el centro de los debates que siguieron a la publicación, este miércoles, de la nueva edición del semanario satírico Charlie Hebdo.
Así como la publicación se agotó en los puntos de venta de países como Francia y Bélgica, en el mundo árabe las críticas contra la revista se hicieron oír por incluir nuevamente caricaturas del profeta Mahoma.
En este marco, el presidente estadounidense, Barack Obama y el primer ministro británico, David Cameron, resaltaron ayer en un artículo conjunto la importancia de las economías más fuertes para la defensa de la libertad de impresión y para vencer a la “ideología distorsionada” presente en los recientes atentados de Francia. Agencias