Washington.— A unas horas de que venza el plazo para dejar sin fondos al Departamento estadounidense de Seguridad Nacional (DHS), el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, dejó ayer en el aire la posibilidad de un cierre que colocaría al país ante una crisis de seguridad nacional en momentos en que la amenaza terrorista del Estado Islámico (EI) acecha desde distintos frentes.

A pesar de que el Senado ha alcanzado un principio de acuerdo entre demócratas y republicanos para aprobar una iniciativa “limpia” que no condicione el presupuesto del DHS al bloqueo de las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama en el frente migratorio, Boehner reconoció ayer que sus correligionarios en la Cámara Baja dirán su última palabra hasta que el Senado emita su resolución.

Las reservas de Boehner se convirtieron en la confirmación de las enormes diferencias que siguen separando al Partido Republicano. De un lado, el sector de los moderados que entienden la gravedad de dejar su fondos al DHS ante la amenaza de un rechazo de la opinión pública, mientras que el sector más extremista mantenía su iniciativa para bloquear los fondos mientras éstos no extirpen las medidas de alivio migratorio del presidente Obama.

“No voy a adelantar nada antes de conocer el resultado del voto en el Senado”, aseguró ayer Boehner, en una rueda de prensa en la que se negó a ofrecer mayores pistas.

Casi al mismo tiempo, desde el Senado, el líder de la minoría demócrata, Harry Reid, advertía contra la tentación de una triquiñuela por parte de los republicanos tras el voto de la Cámara Alta a favor de aprobar el presupuesto del DHS sin ningún tipo de condicionamientos. “Hay muchos rumores. Como por ejemplo, que la Cámara de Representantes recibirá nuestra iniciativa de ley aprobada para añadirle enmiendas contra las órdenes ejecutivas del presidente Obama”dijo.

“Pero se los digo de una vez. No vamos a permitir que en una conferencia bicameral se añadan este tipo de enmiendas”, enfatizó Reid, quien compareció al lado de la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi. Además, en un intento por subrayar la gravedad de dejar sin fondos al DHS a partir de hoy, Reid mencionó la reciente detención de tres hombres en Nueva York, sospechosos de pertenecer a las células del Estado Islámico (EI).

A su vez, Pelosi cuantificó el impacto que tendría un cierre del grifo presupuestario para DHS.

“Esto supondría la licencia de 30 mil empleados, mientras que casi 150 mil agentes encargados de velar por la seguridad nacional (40 mil en la frontera, 50 mil en aeropuertos, 13 mil en inmigración y aduanas y 40 mil en guardacostas) se verían obligados a trabajar sin recibir salario”, advirtió.

A su vez, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, advirtió ayer que el plazo para aprobar el presupuesto vence a la medianoche del viernes.