París.— El gobierno francés anunció ayer la movilización de 10 mil soldados para reforzar la seguridad interna, ante el peligro de nuevos atentados terroristas, al tiempo que el papa Francisco hizo un llamado contra los fundamentalismos y en Alemania miles de personas se manifestaron contra la islamofobia promovida por el movimiento Pegida.

Además, según el diario El País, Francia, Reino Unido, Alemania, España y Bélgica anunciaron ayer que preparan “medidas fulminantes ante la amenaza yihadista, que pueden suponer recortes de libertades y, a la postre, una respuesta política en caliente muy parecida a la que dio el gobierno de EU tras el 11-S con la denominada Patriot Act”.

El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, dijo que a partir de hoy se desplegarán 10 mil agentes de seguridad para proteger a zonas en posible peligro, entre ellas escuelas judías, sinagogas y mezquitas, mientras continuaba la búsqueda de cómplices en los ataques de París que causaron 17 muertos.

El primer ministro francés, Manuel Valls, indicó a su vez que la búsqueda es urgente porque “la amenaza sigue presente” tras los ataques que comenzaron el pasado miércoles con la masacre en el semanario satírico Charlie Hebdo y terminaron con la muerte de los tres extremistas el viernes en ataques casi simultáneos de las fuerzas de seguridad.

El Marais, uno de los barrios judíos más antiguos del país, estaba repleto de policías y soldados. Unos 4 mil 700 efectivos de seguridad estaban asignados a proteger las 717 escuelas judías del país, dijo el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.

De acuerdo con el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, Hayat Boumedienne, compañera del atacante Amedy Coulibaly, cruzó el jueves a Siria, un día después de la masacre de Charlie Hebdo, y el mismo día en que su marido disparó y mató a una policía local en las afueras de París. Precisó que llegó a Turquía procedente de Madrid el 2 de enero, antes de los ataques, y se alojó en un hotel en Estambul antes de pasar la frontera a Siria el jueves.

En un video aparecido el domingo, Coulibaly explica cómo se desarrollarían los ataques; fue editado una vez terminaron las acciones terroristas. La policía busca además a la persona que grabó y publicó la cinta.

En este marco, Valls anunció nuevos pasos en la lucha contra el terrorismo: se mejorarán las posibilidades para las escuchas y se aislará a los islamistas en las cárceles. Se calcula que en Francia hay unas 1,400 personas vinculadas a las redes yihadistas en Irak y Siria, si bien en prisión o detenidos sólo están 152, de ellos 22 agrupados para evitar su contacto con el resto de presos y el proselitismo.

Tras participar el domingo en la gran marcha solidaria de la capital francesa, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, visitó ayer una tienda de comida kosher para rendir tributo a las cuatro víctimas judías que resultaron ahí muertas en una toma de rehenes.

El próximo número de Charlie Hebdo que el miércoles saldrá a la venta por primera vez tras el atentado, tendrá una tirada de tres millones de ejemplares, anunció ayer su distribuidora, MLP.

Por una sociedad multiétnica. Decenas de miles de personas se movilizaron ayer en toda Alemania en contra de las manifestaciones islamófobas del movimiento Pegida.

La contramanifestación en Leipzig reunió unas 30 mil personas. Tan sólo en Munich unas 20 mil personas salieron a la calle en favor de una sociedad multiétnica. Un colectivo de dibujantes franceses y francófonos había pedido en Facebook no caer en el engaño de las falsas condolencias de los islamófobos y denunció la “cínica” instrumentalización por parte de Pegida del terrorismo yihadista.

Unos 15 mil manifestantes, según primeras estimaciones, secundaron ayer la nueva convocatoria del movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) en Dresde, anunciada como de luto por el atentado contra el semanario francés Charlie Hebdo. Con centenares de banderas alemanas se apremiaba a no permitir más extranjeros en el país o a expulsar a los radicales. Mientras desde la tribuna se lanzaban proclamas como: “No somos fanáticos, somos ciudadanos de bien”, los asistentes coreaban a voz de grito la consigna Wir sind das Volk (Nosotros somos el pueblo), haciendo suyo el lema de la llamada Revolución Pacífica de 1989 que precedió a la caída del Muro de Berlín.

La canciller Angela Merkel ha recordado ayer mismo que ella es la “canciller de todos, independientemente de su origen o religión”. Hoy asistirá a la concentración convocada por el Consejo Musulmán de Alemania. Le seguirá una marcha por el centro de Berlín, a semejanza de la celebrada en París el domingo, que estará encabezada por el presidente alemán, Joachim Gauck, y representantes de todos los partidos, además del Consejo Central de los Judíos de Alemania.

Condenar los extremismos. En su primer encuentro del año con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, que tuvo lugar pocas horas antes de su viaje a Sri Lanka, el Papa instó a los líderes religiosos musulmanes “a condenar cualquier forma de interpretación fundamentalista de la religión”.

“Espero que los políticos, intelectuales y especialmente los líderes religiosos musulmanes condenen toda interpretación fundamentalista y extremista de la religión que pretenda justificar actos de violencia”, dijo Francisco a 180 embajadores aludiendo a los criminales actos terroristas perpetrados en París por supuestos seguidores del Islam.

Detrás de esta condena, como aclaró Francisco, están los “actos terroristas de matriz fundamentalista” frente a los cuales, subrayó, “no se puede ser indiferente”, porque se trata de un fenómeno de “características terrificantes”.

El Pontífice también explicó que “antes de descartar a los seres humanos perpetrando horribles masacres, el fundamentalismo religioso rechaza a Dios relegándolo a un mero pretexto ideológico”, por lo cual, prosiguió, “es necesaria una respuesta unánime en el marco del derecho internacional que frene la violencia, restablezca la concordia y resane las profundas heridas que provoca el sucederse de conflictos”.

En el mismo acto hizo un fuerte llamado a la comunidad internacional y a los gobiernos a fin que “asuman iniciativas concretas en favor de la paz y en defensa de quienes sufren las consecuencias de la guerra, persecuciones o son obligados a dejar sus casas y su patria”. Francisco también condenó la cultura de quien rechaza al otro, porque “termina por disgregar la sociedad y generar violencia y muerte”, como “en la trágica matanza de París de hace unos días”.

El portavoz papal, Federico Lombardi, negó que el Vaticano haya recibido información de los servicios de inteligencia de otros países sobre una amenaza específica por inminentes atentados terroristas en su territorio. (Jorge Gutiérrez y Agencias)