Buenos Aires.— La presidenta argentina,Cristina Kirchner, sorprendió a todos ayer con un giro en su posición en torno a la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, cuando pasó de afirmar que fue un suicidio a “estar convencida” de que su acusador no se quitó la vida.

En una nueva y extensa carta publicada en su página web y en las redes sociales, Fernández de Kirchner pidió “mucha protección” para Diego Lagomarsino, el especialista en informática colaborador de Nisman, que el sábado en la tarde entregó al fiscal la pistola calibre 22 con que recibió un disparo. Lagomarsino dijo que Nisman se la pidió “para defenderse”.

“Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio”, expresó la mandataria en su escrito, en el que consideró “muy conveniente que se ordenen sumarios e investigaciones lo más rápidamente posible” sobre los policías federales que custodiaban al fiscal de 51 años, quien fue hallado muerto en su departamento la noche del domingo.

El fiscal se iba a presentar el lunes en el Congreso para dar detalles y aparentemente mostrar pruebas de su denuncia contra la mandataria y su entorno por presunto “encubrimiento” de los iraníes sospechosos de volar la mutual judía AMIA, el peor atentado de la historia argentina, que dejó 85 muertos en Buenos Aires en 1994. La Justicia investiga el caso como una “muerte dudosa”.

La jefa de Estado insistió en que dicha acusación “no tiene sustento” y “nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el gobierno”.

“Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la presidenta, a su canciller (Héctor Timerman) y al secretario general de La Cámpora (Andrés Larroque) además del ex piquetero Luis D’ Elía y el líder de Quebracho, Fernando Esteche, de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA”, acotó la presidenta.

La oposición criticó duramente a Fernández de Kirchner. El senador Ernesto Sanz, precandidato presidencial de la Unión Cívica Radical (UCR), afirmó que la carta de la presidenta “es gravísima” y consideró “incomprensible” que la jefa de Estado “se siga comunicando por las redes”. “Si la presidenta cree que a Nisman lo mataron tiene que echar a la cúpula de seguridad”, advirtió Sanz, para quien la mandataria “abandonó la condición de líder de 40 millones de argentinos para transformarse en comentarista criminológica”.

Por su parte, la fiscal a cargo del caso de Nisman, Viviana Fein, dijo que la presidenta “puede pensar que fue un suicidio, puede variar su postura, pensar que puede haber sido una inducción... Yo me atengo a mi investigación... Esta es una causa de gravedad institucional; todos quieren saber que ha ocurrido y yo también”.

Ayer se dio a conocer un video de la llegada al aeropuerto de Buenos Aires del fiscal Alberto Nisman antes de fallecer. Se le ve nervioso y apurado y después aparece un sujeto que lo saluda. Según los medios locales, podría haberse tratado de un agente de los servicios de inteligencia argentinos.

También se conocieron algunas grabaciones que constituían la prueba del Nisman, donde se oye la voz de D’Elia, recibiendo directivas de Alejandro Yussuf Khalil, el nexo entre los argentinos y el gobierno iraní. Con información de agencias