Washington/San José.— El Departamento de Justicia confirmó ayer el inicio de una batalla judicial, al introducir un recurso de emergencia ante un juez federal de Texas, que solicita que éste suspenda el bloqueo temporal que ordenó la semana pasada de las acciones ejecutivas de Barack Obama en favor de los migrantes.

A la vez, los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala preparan una reunión para el jueves con el Canciller de México, José Antonio Meade, y con emisarios de alto rango de Washington y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la primera cumbre del Triángulo del Norte de Centroamérica para evaluar el frenazo al plan de Obama de promover alivio temporal para migrantes irregulares.

Josh Earnest, vocero presidencial, dijo que el Departamento de Justicia pidió al juez Andrew Hanen “el sobreseimiento de emergencia del bloqueo preliminar (de las acciones de alivio migratorio)”, hasta que se resuelva la demanda presentada contra las medidas por 26 estados,

Los abogados argumentaron que el retraso de las órdenes ejecutivas podría causar un “daño irreparable” tanto para la seguridad nacional como para las personas que esperaban registrarse ante las autoridades migratorias. Además, insisten en que el juez se ha excedido ante el poder discrecional del presidente de EU, ya que, “al retrasar las acciones del presidente estas causan un efecto dominó que afecta zonas fuera del Distrito Sur de Texas, donde el caso se origina”.

De forma paralela, los abogados del Departamento de Justicia han presentado un recurso de apelación ante el quinto circuito de Nueva Orleáns, que deberá dirimir los alcances del fallo del juez texano. En caso de que Hanen desestime el escrito enviado por el Departamento de Justicia, la batalla legal se trasladará a la corte de apelaciones de Nueva Orleáns, de conocida tradición conservadora, lo que obligará al Departamento de Justicia a trabajar con mucha pericia. De existir una decisión negativa de esta corte de apelaciones el caso pasaría a la Suprema Corte en una batalla que podría durar varios meses.

El 20 de noviembre, el presidente Obama anunció la ampliación del Programa de Acción Diferida (DACA) anunciado desde 2012 para beneficiar a los hijos de indocumentados, y extendió esos beneficios a los padres de estos jóvenes bajo el programa conocido como DAPA.

Entretanto, los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, de Guatemala, Otto Pérez, y de El Salvador, Salvador Sánchez, se reunirán en Tela, balneario hondureño. El encuentro será el preámbulo de una reunión de los tres gobernantes con el vicepresidente de EU, Joseph Biden, programado para el lunes en la capital guatemalteca y en el que el asunto central será el migratorio.

La presidencia de Honduras recordó, en un informe entregado a EL UNIVERSAL, que Hernández, Pérez y Sánchez promocionan el Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, con respaldo de la iniciativa privada, para impulsar el “desarrollo equitativo” en la región y contener los masivos flujos migratorios irregulares.

“Estamos buscando ese espacio de la Centroamérica próspera, en paz y con oportunidades”, afirmó Hernández. “Es importante que tanto el sector privado (y el) sector público nos hagamos un nudo en un mismo esfuerzo, dijo.

Organizaciones de inmigrantes anunciaron una vigilia para el jueves en apoyo al gobierno del presidente Obama contra el juez Hanen.