Análisis. El miedo al contagio
Tsipras, ayer al dirigirse a sus simpatizantes tras su victoria. (Foto: MARKO DJURICA. REUTERS )
La situación que ha creado el triunfo electoral de Syriza no podrá ser ignorada por la Unión Europea (UE), pues podría inducirla a modificar algunos de los aspectos más relavantes de su actual política económica y financiera, con repercusiones no sólo para Grecia, sino para España, Irlanda, Portugal e Italia —cuyos políticos, en caso de que Atenas logre obtener un trato preferencial de las autoridades comunitarias, podrían seguir su ejemplo—.
El gobierno que seguramente encabezará Alexis Tsipras preocupa a la UE no tanto por ser el primer hijo de la crisis, sino por la manera como este carismático líder ha estructurado su programa, que parte de una renegociación de la deuda griega que debe prevé una reducción del 60% de la misma.
Esta demanda, y la determinación de Tsipras de no respetar el Memorándum firmado por Atenas y la Troika —Banco Central Europeo (BC), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Unión Europea (UE)—, por contemplar medidas de austeridad y despidos en el sector público, por ejemplo, son la razón de la reunión de emergencia convocada por la Comisión Europea para hoy.
También los presidentes del BCE, de la Comisión Europea y otras altas autoridades europeas, participarán en la reunión de emergencia. Uno de los temas a tratar es el plazo que fijado (28 de febrero) para activar el programa de ayuda preparado por la Troika en favor de Grecia por 7 mmde, que forman parte de un plan de ayuda de 200 mil millones de euros.
Vista la situación que ha creado el triunfo de Syriza, Alemania ha hecho llegar a esta reunión un fuerte reclamo para que se inste a Grecia respetar los empeños adquiridos.
Las autoridades comunitarias pretenden aclarar lo más pronto posible la cuestión griega, pues el “contagio” está latente en países como España, donde se votará en diciembre y donde muchos grupos se están organizando sobre la base de la política que ha llevado al triunfo a Syriza,
Por su parte, Tsipras enfrenta otras pruebas. En diversas ocasiones dijo que la palabra coalición no estaba en su programa de gobierno. Así, al ser casi un hecho (al cierre de esta edición) que no logró mayoría absoluta , la única alternativa a una coalición sería volver a las urnas. Algunos analistas griegos opinan que la alianza de Syriza con uno de los partidos es no sólo necesaria sino oblgatoria, porque el país tiene muchos compromisos pendientes.