París.— La segunda caja negra del avión de Germanwings que se estrelló el pasado 24 de marzo revela que el copiloto Andreas Lubitz inició el modo de descenso de forma intencionada y que aceleró, informó ayer la autoridad francesa encargada de la investigación.

Según la primera evaluación de la segunda caja negra, el copiloto cambió el piloto automático para que el avión descendiese a una altura de 100 pies, unos 30 metros. Además, durante el descenso aumentó en varias ocasiones la velocidad del aparato, en el que viajaban 150 personas que fallecieron en el accidente.

Esta segunda caja negra fue localizada el jueves en el lugar del siniestro, donde estaba enterrada entre las piedras. Este tipo de aparato registra los datos técnicos del vuelo, como el curso del vuelo, la velocidad, la altitud y el ángulo de inclinación.

La evaluación de la primera caja negra, localizada el mismo día del accidente, ya indicó que el copiloto se encerró en la cabina y estaba solo en ella en el momento en que el avión se estrelló en los Alpes franceses cuando volaba de Barcelona a Düsseldorf.

Entre las 150 personas que el 24 de marzo viajaban en el avión de la aerolínea germana había 72 alemanes y 50 españoles.

Lubitz estuvo buscando información sobre métodos de suicidio y la puerta de seguridad de la cabina en la semana previa al incidente, dijeron fiscales el jueves.

La fiscalía alemana había revelado que los registros médicos de Lubitz previos a obtener su licencia de piloto refirieron “tendencias suicidas” y Lufthansa, la empresa matriz de la aerolínea de bajo coste Germanwings, declaró que hace seis años tuvo conocimiento de que sufrió un episodio de “depresión severa”. La Fiscalía de Düsseldorf informó que Lubitz consultó al menos a cinco médicos, de acuerdo con Der Spiegel.

Ayer mismo, medios italianos informaron que un avión de Germanwings que volaba de la ciudad alemana de Hannover a Roma, tuvo que efectuar un aterrizaje de emergencia en Venecia porque una pasajera presentó una molestia física no detallada. Agencias