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Colapsa estrategia antiterrorista de EU en Yemen

AP| El Universal
02:40Washington | Martes 24 de marzo de 2015
Las operaciones contra los milicianos han remitido de forma drástica, ante la caída del gobierno respaldado por Estados Unidos y la evacuación del personal estadounidense

Una vez presentada por el presidente, Barack Obama, como un modelo para la lucha contra el extremismo, la estrategia anti terrorista en Yemen casi ha colapsado mientras el país se sume en el caos, según las autoridades estadounidenses y yemeníes.

Las operaciones contra los milicianos han remitido de forma drástica, ante la caída del gobierno respaldado por Estados Unidos y la evacuación del personal estadounidense. Lo que había sido una presión consistente sobre la peligrosa filial de al-Qaeda en el país se ha retirado, según las autoridades, y hay espacio para que se desarrolle una rama del grupo Estado Islámico.

Es una transformación rápida y drástica para una campaña antiterrorista que Obama presentó hace apenas seis meses como un ejemplo para los esfuerzos de combatir a Estado Islámico en Irak y Siria. El cambio expuso a Obama a críticas de que no anticipó los riesgos de una estrategia de poca intervención que pretendía poner a los frágiles gobiernos y asediadas fuerzas de seguridad locales, y no al ejército estadounidense, en la vanguardia de la campaña.

Barbara Bodine, ex embajadora de Estados Unidos en Yemen, dijo que ni siquiera los expertos regionales más optimistas compartían la opinión de Obama de que la campaña de Yemen era un modelo de éxito.

"Se estaba presentando en términos de lo que estábamos haciendo para desarrollar las fuerzas locales y de emplear drones y contrarrestar la amenaza de seguridad real e inmediata" , explicó Bodine, ahora directora del Instituto para el Estudio de la Diplomacia en la Universidad de Georgetown. "Pero lo que no habíamos hecho, desde luego no habíamos hecho de forma lo bastante visible, fue llegar a los asuntos económicos y de gobernanza que impulsaban el problema" .

Rebeldes hutíes vinculados a Irán derrocaron en septiembre al presidente, Abed-Rabo Mansur Hadi, y disolvieron el parlamento. El grupo Al-Qaida en la Península Arábiga, relacionado con algunos de los intentos de atentado en Estados Unidos más serios desde el 11 de septiembre de 2011, ha intentado aprovechar el caos. El mes pasado, Washington cerró su embajada en la capital, Saná, y retiró al resto de su personal militar de la zona durante el fin de semana siguiente.

Desde que Obama asumió la presidencia, Estados Unidos ha dedicado millones de dólares a esfuerzos para estabilizar al gobierno de Yemen y reforzar sus fuerzas de seguridad. Bajo el mando de Hadi, las tropas yemeníes entrenadas por Estados Unidos realizaban incursiones regulares para matar y capturar a milicianos de al Qaida, asistidas por ataques ocasionales de aviones no tripulados contra figuras destacadas del grupo.

"Es el modelo con el que vamos a tener que trabajar, porque la alternativa serían enormes despliegues estadounidenses a perpetuidad, lo que crearía su propio efecto adverso y probablemente causaría más problemas de los que podría resolver" , dijo Obama en enero mientras se deterioraba la situación en Yemen.

Ahora, prácticamente todas las tropas que trabajaron con Estados Unidos están combatiendo en alguno de los tres bandos de una enconada lucha política entre lo que queda del gobierno de Hadi, partidarios del ex presidente Ali Abdulá Salé y la facción hutí, según fuentes estadounidenses que insistieron en el anonimato porque no estaban autorizadas a hablar con su nombre sobre evaluaciones sensibles de seguridad.

Los ataques de la CIA con aviones no tripulados continuarán, indicaron las fuentes, pero habrá menos. La capacidad de la agencia para reunir información sobre el terreno ha disminuido mucho, aunque no desaparecido.

Lo que está menos claro es si la rama local de al-Qaida podrá aprovechar la situación para renovar sus planes de atentar contra aviación occidental. El grupo ha logrado colocar tres bombas en aviones con destino a Estados Unidos, ninguna de las cuales estalló. En 2012, la CIA, junto con los servicios de inteligencia británicos y saudíes, empleó un agente doble para obtener un nuevo diseño del artificiero principal del grupo, diseñado para eludir la seguridad de un aeropuerto.

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