El ciudadano argelino detenido en Marruecos el pasado domingo en posesión de armas y sustancias químicas tenía planeado reclutar adeptos yihadistas para el grupo Estado Islámico (EI), y después llevarlos a su país a fin de que recibieran adiestramiento militar.

El ministerio del Interior marroquí publicó anoche un comunicado en el que asegura que este argelino, miembro de Yund al Jilafa (Soldados del Califato, la organización que secuestró y decapitó a un rehén francés en septiembre), "había sido enviado a Marruecos por los dirigentes de esta organización para coordinarse con elementos extremistas partidarios del EI".

Las investigaciones han revelado que Soldados del Califato "trata de reclutar en Marruecos adeptos de las ideas yihadistas para someterlos a entrenamientos militares en Argelia -añade la fuente- en el marco de un proyecto de proclamación de la 'yihad' en los países del Magreb y Europa según la estrategia de expansión del EI".

Sin embargo, el ciudadano argelino también parecía tener intención de cometer atentados en Marruecos, pues había escondido en un bosque de la región fronteriza argelino-marroquí tres pistolas, aparatos de telecomunicación y 85 kilos de sustancias químicas "usadas para la fabricación de bombas caseras, que iban a ser destinadas a la ejecución de atentados terroristas".

Su cómplice principal, aparentemente marroquí, está prófugo y es buscado por la policía.

jlc