Alemania vigila a grupos islamistas en su territorio
Las fuerzas de seguridad alemanas vigilan desde el pasado año a un centenar de células islamistas de diferentes perfiles, desde grupos de oración y personas dedicadas al proselitismo y a recaudar donaciones en internet, a combatientes que han regresado de luchar en Siria.
Los datos los publica hoy el periódico "Welt am Sonntag", que explica que las redes vigiladas por los servicios secretos de interior están integradas cada una por entre 10 y 80 personas.
Según esta información, estas labores de vigilancia no han permitido detectar planes concretos de atentados en Alemania, aunque los servicios secretos enmarcan en el "espectro de los terroristas islamistas" a mil personas y consideran que 260 serían capaces de llevar a cabo un ataque violento.
Las autoridades están además preocupadas por la creciente radicalización de islamistas procedentes del Cáucaso.
La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) tiene en estos momentos abiertos alrededor de 500 procesos contra cerca de 800 personas vinculadas al ámbito islamista.
Según desvela en el "Bild am Sonntag" el ministro de Justicia, Heiko Maas, hay en marcha procesos judiciales contra 350 sospechosos de estar vinculados en concreto al Estado Islámico.
La principal dificultad de las fuerzas de seguridad es el control de las comunicaciones entre los miembros de estos grupos, que recurren poco a los chats o las redes sociales de internet y prefieren servicios de mensajería móvil como WhatsApp o Threema.
En una comparecencia extraordinaria ante el Bundestag (Cámara Baja alemana) tras los atentados yihadistas de París, la canciller, Angela Merkel, instó esta semana a la Comisión Europea a presentar una directiva que ampare el almacenamiento temporal de los denominados "metadatos" de las telecomunicaciones.
Una vez que se pronuncie la CE, agregó la canciller, Alemania trasladaría a su legislación esta directiva sobre los metadatos, que incluyen fecha, hora y duración de los contactos así como los números de teléfono o las IP de ordenador empleadas, pero no recogen el contenido de las comunicaciones.
Muchos países ya disponen de esa legislación, pero la alemana fue tumbada en 2010 por el Tribunal Constitucional y los principales partidos han sido incapaces de consensuar una nueva normativa.
prv