Voto latino castigó a demócratas debido a migración
El Partido Demócrata del presidente Barack Obama resintió una caída sensible del voto latino a nivel nacional en las elecciones de este martes, en parte por el impacto negativo de su decisión de postergar un anuncio migratorio, reveló hoy un sondeo.
La encuesta de Latino Decisions mostró que la proporción de latinos que votaron a favor de candidatos demócratas a la Cámara de Representantes, el Senado y las gubernaturas fue inferior a la registrada en los comicios de 2012, 2010 y 2008.
"A lo largo de la mayoría de las competencias de 2014, el voto fue menos demócrata que hace dos, cuatro y seis años", señaló el codirector de la encuestadora Gary Segura.
Seis de cada 10 electores declararon que la decisión del presidente Obama de demorar su anuncio sobre alivio migratorio hasta después de las elecciones redujo su entusiasmo de ir a las urnas, frente a un 23 por ciento que expresó sentirse alentado por la demora.
En contraste, siete de cada 10 votantes latinos sostuvieron que si el presidente decreta una política ejecutiva a favor de los inmigrantes indocumentados tendrían más entusiasmo de salir a votar en los comicios presidenciales de 2016.
A nivel nacional, los candidatos demócratas a la Cámara de Representantes obtuvieron 69 por ciento del voto latino, comparado con apenas 27 por ciento para los republicanos.
Entre los candidatos al Senado, 67 por ciento del voto latino fue para los candidatos demócratas y 28 por ciento para los republicanos.
Pero en estados individuales se apreció una caída del apoyo hispano a los demócratas que pudo haber hecho la diferencia en carreras competidas.
En Colorado, el perdedor candidato demócrata a senador Mark Udall obtuvo 71 por ciento del voto latino, una caída de 10 puntos porcentuales en relación con el respaldo que recibió hace seis años.
En Carolina del Norte, la perdedora senadora demócrata Kay Hagan recibió el más bajo porcentaje de voto latino en comparación con otros aspirantes, con apenas 63 por ciento.
Hagan, al igual que el demócrata perdedor en Arkansas, Mark Pryor, fue uno de los candidatos que pidió a Obama demorar el anuncio de alivio migratorio para evitar que los republicanos lo usaran como propaganda política en su contra.
La inmigración apareció de hecho como el tema más importante para los electores latinos en las elecciones de Arizona, California, Colorado, Florida, Georgia, Illinois, Kansas, Carolina del Norte, Nevada y Texas.
Pese a los resultados, activistas descartaron la posibilidad de que los republicanos deseen apoyar una reforma migratoria para cortejar al voto latino de cara a las elecciones presidenciales de 2016.
"La posibilidad de que los republicanos vayan a apoyar una reforma migratoria que incluya un camino a la legalización y la ciudadanía es ridículo. Ellos han bloqueado la reforma", señaló el presidente del grupo América's Voice, Frank Sharry.
"El presidente tiene que tomar acción ejecutiva para proteger a los millones de inmigrantes que están aquí viviendo, trabajando y contribuyendo hasta que tengamos un Congreso que esté disponible y dispuesto a aprobar una reforma migratoria", añadió.
La Casa Blanca reiteró esta semana, antes de las elecciones, que el presidente hará un anuncio de alivio migratorio como lo prometió, antes de que finalice 2014.
Ben Monterroso, director del proyecto de promoción electoral Mi Familia Vota, señaló que el mensaje de los votantes latinos a demócratas y republicanos fue que los temas de interés para la comunidad deben ser atendidos por los políticos.
"Para nosotros, las elecciones de 2016 empiezan hoy, los candidatos que quieran llegar a la Casa Blanca van a tener que venir a los barrios de nuestra comunidad para llegar allí", dijo.
"Los republicanos tienen hoy una buena oportunidad. Desperdiciaron la oportunidad de pasar inmigración en estos últimos dos años (...) Del presidente esperamos que actúe, porque nuestra comunidad quiere una acción afirmativa lo más pronto posible", agregó Monterroso.
Los republicanos consolidaron su mayoría en la Cámara de Representantes donde tendrán 243 asientos frente a 180 demócratas.
En el Senado tendrán el control con 52 escaños frente a 45 demócratas. Además controlarán 31 de las 50 gubernaturas del país.