Los líderes de la Unión Europea acordaron hoy suspender las conversaciones con Rusia sobre visados e inversiones como reacción a su intervención en la región ucraniana de Crimea, y dijo que congelaría activos rusos y abandonaría una cumbre del G-8 si Moscú no da marcha atrás.

Después de seis horas de negociaciones para responder a las maniobras rusas contra Ucrania, los líderes europeos acordaron medidas de más alcance de lo previsto, en parte debido a una decisión del Parlamento regional de Crimea de segregarse de Ucrania y unirse a Rusia.

"Hemos decidido tomar medidas (...) de forma destacablelas conversaciones bilaterales con la Federación Rusa sobre asuntos de visados y sobre un nuevo acuerdo" sobre inversión y cooperación en investigación, dijeron los líderes de la UE.

También apoyaron una decisión de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia - los miembros europeos del G-8 - de suspender los preparativos para la cumbre del G-8 en Sochi en junio, y con la posibilidad de no participar si Rusia no intensifica sus esfuerzos por resolver la disputa militar.

"La solución a la crisis se debería encontrar con negociaciones entre los gobiernos de Ucrania y la Federación Rusa, entre ellos con posibles mecanismos multilaterales", dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, leyendo un comunicado acordado por los 28 líderes de la UE.

"Tales negociaciones necesitan comenzar en los próximos días y dar frutos en un marco de tiempo limitado", indicó.

Los diplomáticos dijeron que el objetivo de la UE era presentar un proceso de tres pasos, con un aumento de la presión de las sanciones si Rusia no responde e inicia mediaciones.

Más allá de la suspensión de las conversaciones de visados e inversiones, y la posible retirada de la reunión del G-8, la UE estudiará imponer restricciones de viajes a los funcionarios rusos, un embargo de armas y la congelación de activos.

"Cualquier paso más de la Federación Rusa para desestabilizar la situación en Ucrania acarreará graves y amplias consecuencias para la relación de la Unión Europea y sus estados miembros, por un lado, y la Federación Rusa, por el otro, lo que incluiría un amplio abanico de áreas económicas", dijo Van Rompuy.

Poco antes, el presidente estadounidense, Barack Obama, impuso prohibiciones de viajes a varios funcionarios rusos, aunque la Casa Blanca dijo que el mandatario ruso, Vladimir Putin, no estaba en la lista inicial.

La UE se encuentra en una difícil situación. Aunque muchos Estados miembros querrían imponer duras sanciones sobre Rusia, existe cautela porque hay una gran dependencia del gas y el petróleo rusos.

Reino Unido también es cauto de ir demasiado lejos al imponer restricciones financieras sobre Rusia por las enormes inversiones que empresarios y oligarcas rusos tienen en Londres.

Austria está muy expuesta al sector bancario ruso.

Si Rusia no responde a la presión, las divisiones entre estos países de la UE probablemente crezcan. Es probable que sea mucho más difícil un acuerdo para un embargo de armas o congelar activos.

ahd