La nuevas sanciones contra Rusia son una demostración de que la Unión Europa busca poner fin a la cooperación con Moscú en los asuntos de seguridad regional e internacional, incluida la lucha contra el terrorismo, se afirma en un comentario difundido hoy por la cancillería rusa.

"Otra vez la Unión Europea, siguiendo la estela de Washington en las sanciones antirrusas, se ha castigado a sí misma al poner en peligro la cooperación internacional en el ámbito de la seguridad" , señala el texto, en alusión a que las nuevas sanciones afectan a los máximos responsables rusos de seguridad y espionaje.

Entre las 15 nuevas personas sancionadas por la UE por amenazar la soberanía y estabilidad de Ucrania, se encuentran el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia, Alexandr Bórtnikov, y el jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Mijaíl Fradkov.

"Estas decisiones serán recibidas con entusiasmo por la internacional terrorista" , recalcó la cancillería rusa, que destacó que "Bruselas ha conseguido lo que nadie pudo hacer en decenios: meter una cuña en las filas de la comunidad internacional".

Moscú considera que en su valoración de los acontecimientos en Ucrania la UE depende totalmente de Washington y de "los cuentos de Kiev" , por lo que se ha privado a sí misma de una "fuente de información alternativa y, por cierto, objetiva".

"¿Entienden en las capitales de los países europeos a qué consecuencias, ya sea en el ámbito político o el económico, pueden llevar estos pasos irresponsables?", pregunta la cancillería rusa.
Con las nuevas sanciones son ya 87 personas físicas y veinte las entidades a las que la UE ha prohibido la entrada y congelado sus activos en territorio comunitario.

prv