Al menos 25 supuestos insurgentes murieron hoy tras una nueva serie de bombardeos por parte de las Fuerzas Aéreas paquistaníes en la zona tribal de Khyber, en el noroeste del país, informaron a Efe fuentes oficiales.

Según el Ejército, las incursiones tuvieron lugar en el Valle de Tirah, donde los cazas destruyeron una decena de refugios de los "terroristas" en una operación llevada a cabo tras el asalto talibán al aeropuerto de Karachi que este lunes causó 30 muertos.

Fuentes del organismo de coordinación de las zonas tribales y de la Administración local de Khyber confirmaron a Efe el incidente y el número de víctimas, y esta última añadió que los bombardeos destruyeron al menos un depósito de armas de los integristas.

Las Fuerzas Armadas han efectuado este año numerosos bombardeos contra posiciones talibanes en el cinturón tribal, primero en febrero y más recientemente a finales de mayo, cuando más de 60 supuestos insurgentes murieron a causa de las incursiones aéreas.

La presión del Ejército sobre el principal grupo talibán paquistaní, el TTP, se ha acentuado mucho y ha obligado al grueso de la dirección de los yihadistas y a centenares de milicianos a buscar refugio en el vecino Afganistán.

El viernes pasado, representantes de las autoridades paquistaníes se reunieron con líderes tribales de la zona de Waziristán del Norte, considerado el mayor bastión del TTP, para exigirles que expulsen a los talibanes y yihadistas extranjeros de su zona.

Según medios locales, las autoridades dieron dos semanas a las tribus para deshacerse de los insurgentes, y si no tienen éxito será el Ejército el que efectuará una operación terrestre en la zona.

Además de la presión militar, el TTP ha tenido que afrontar fuertes disensiones internas que han desembocado en la marcha de una de sus principales facciones, lo cual ha supuesto la perdida de casi la mitad de los 10 mil combatientes de la organización.

jram