Millones de brasileños animarán como locos durante los partidos del Mundial de fútbol, pero no todos ellos lo harán por su selección.

A dos semanas del inicio del torneo, algunos brasileños han mostrado un creciente malestar contra su selección, en medio de tensiones latentes por los costos por la organización del evento.

"Nunca antes una Copa del Mundo ha incitado estos sentimientos de odio entre los brasileños", dijo el cineasta Ugo Giorgetti, un habitual comentarista de fútbol en Brasil.

"Hay personas que aman el fútbol, que aman a Brasil, pero animarán al equipo contrario como nunca antes", agregó.

Estos "enemigos de Brasil" marcan un agudo contraste con la imagen típica de los aficionados brasileños en los eventos futbolísticos, donde comúnmente son vistos gritando con la caras pintadas de verde y amarillo acompañados por el clásico ritmo de la samba.

"Yo animo a Holanda" , dijo Marco Silva, un consultor de 33 años de las afueras de Río de Janeiro. "Si Brasil es campeón, toda la corrupción por el torneo será olvidada. El país no va a despertar", agregó.

La mayoría de los brasileños se unirá detrás de su selección, que buscará su sexta Copa del Mundo, pero el gobierno está preocupado por las decenas de miles de personas que saldrán a las calles y que podrían dañar la imagen del país.

Esta semana, los manifestantes atacaron el autobús que transportaba a los jugadores desde Río de Janeiro hacia el campo de entrenamiento en Teresópolis.

Los detractores dicen que la Copa del Mundo -con sus caros estadios y los retrasados o sencillamente descartados proyectos de infraestructura- ha hecho más daño que beneficio al gigante sudamericano, ya que ha perjudicado la financiación de los programas sociales y de los proyectos de inversión más importantes.

Para ellos, un rápido fin a la participación de Brasil en el torneo ayudaría al país a reenfocarse en las necesidades más urgentes.

"Yo y mucha gente que conozco apoyan una rápida eliminación de Brasil", dijo Edson Alves, un químico de 52 años y aficionado al fútbol de toda la vida. "Es triste, pero ahora mismo estoy pensando más en Brasil como país que en la selección brasileña", agregó.

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