Un pequeño avión se estrelló hoy en una zona del occidente de Honduras y sus cuatro ocupantes murieron carbonizados, tras lo que el presidente del país, Juan Orlando Hernández, lamentó lo ocurrido, informaron fuentes militares y de socorro.

El suceso ocurrió en el caserío de Villa Verde, a tres kilómetros de la ciudad de Gracias, departamento occidental de Lempira, donde Hernández había inaugurado un pequeño aeropuerto para agilizar el transporte de turistas.

Tras conocer la tragedia, el gobernante lamentó el fallecimiento de las cuatro personas, todas hondureñas, y aseguró que el Gobierno afrontará "con responsabilidad" está difícil situación.

"Profundamente conmovido con las víctimas del accidente aéreo, la presencia de Dios sea bálsamo en estos momentos difíciles a sus familias", expresó el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.

Las víctimas mortales fueron identificadas como Hamilton San Martín, un estudiante de aviación que pilotaba la aeronave; la doctora Doris Guillén y Lilian Isabel Mondragón y su hijo Franco José Díaz, afirmó el Cuerpo de Bomberos.

Según la información preliminar, la aeronave cayó por causas que aún se desconocen y se incendió a continuación, carbonizando a los cuatro tripulantes.

El director de Aeronáutica Civil, coronel José Navarro, dijo a periodistas que había pocas nubes en el área a la hora del incidente y señaló que hasta el momento se desconocen las causas del accidente.

"La avioneta no iba sobrecargada y no sabemos qué fue lo que pasó", subrayó Navarro, sin dar más detalles.

Los medios locales informaron, citando el testimonio de lugareños, que la pequeña aeronave era propiedad de la Escuela Nacional de Aviación y que tres de los fallecidos subieron al avión para hacer un recorrido por la colonial ciudad de Gracias.

Walter Polanco, esposo de la doctora Guillén, afirmó a periodistas que su mujer "subió a la aeronave para dar un paseo".

"El dolor está sobre mí, es desconcertante. Dicen que nadie sobrevivió", apuntó.

ahd