Castro recomienda a AL defenderse de transnacionales
CUMBRE. Criticó a los "centros de poder" que no se "resignan" a perder la influencia en una "rica región". (Foto: AP )
Sin importar si los países de América Latina sean diversos o sus gobiernos de diferente ideología, la región debe ponerse de acuerdo en defender sus intereses ante las transnacionales y las potencias que se aprovechan de los recursos, dijo el presidente cubano Raúl Castro.
Castro inauguró este martes la II Cumbre de la Comunidad de Estados del América Latina (CELAC) y el Caribe, que engloba a todos los países del continente menos a Estados Unidos y Canadá.
"Hemos ido acercando posiciones", expresó Castro vestido de traje y corbata. "A pesar de las inevitables diferencias, se fomenta un espíritu de mayor unidad en la diversidad, que debe ser el fin último".
Entre los oyentes del gobernante estuvieron los gobernantes de las naciones más grandes de la región como el mexicano Enrique Peña Nieto; la brasileña Dilma Rousseff o la argentina Cristina Fernández.
También los hubo de la más pequeñas como Michel Martelly de Haití, la jamaiquina Portia Simpson Miller, el nicaragüense Daniel Ortega o el paraguayo Horacio Cartes.
Al comenzar su discurso Castro pidió un minuto de silencio en memoria al fallecido mandatario venezolano, Hugo Chávez, a quien consideró "ferviente e incansable" promotor de la integración regional.
Chávez fue uno de los más firmes impulsores de la CELAC, que se constituyó en 2010 en México y se puso en marcha precisamente en Caracas, en 2011.
El venezolano nunca ocultó la animadversión que le provocaba que el foro de concertación interamericana par excelencia fuera la Organización de Estados Americanos (OEA) , con sede en Washington.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, también estaba --como parte de la delegación de invitados -- a la Cumbre en Cuba, país que no visitaba un titular de ese organismo desde su creación en 1948.
Castro resaltó un tema que de una forma u otra está presente en varios países de la región: la necesidad de la inversión extranjera, pero también las dificultades para controlar a las transnacionales.
"Son innegables los beneficios de la inversión directa", expresó Castro. "Pero olvidamos que el crecimiento desmedido de las utilidades que obtienen, 5,5 veces en los últimos 9 años" afecta la balanza de pagos de las naciones.
Debemos "ejercer plenamente la soberanía de nuestros recursos y plantearnos políticas adecuadas...con las empresas transnacionales que operan en los países que componen la CELAC", comentó el gobernante, quien sin nombrar específicamente hizo alusión indirecta al conflicto que enfrenta a Ecuador con la petrolera Chevron.
También en esta dirección criticó a los "centros de poder" que no se "resignan" a perder la influencia en una "rica región".
ahd