El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, denunció hoy que el plan para celebrar una ronda de contactos sobre la crisis en Ucrania ha fracasado por la imposibilidad de los grupos prorrusos de participar en las negociaciones.

El jefe de la diplomacia rusa explicó que los insurgentes no pueden abandonar la ciudad de Donetsk, donde se han atrincherado ante la ofensiva de las fuerzas ucranianas para recuperar el control en el Este del país.

"Sería extraño que los líderes de los rebeldes abandonaran a su pueblo en este momento y viajen a otras partes de Ucrania o al extranjero. Eso sería irreal" , sostuvo Lavrov.

El pasado 2 de julio, los ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania acordaron en Berlín una iniciativa diplomática para tratar de contener la crisis ucraniana.

El sábado concluyó el plazo acordado para celebrar la tercera ronda de consultas del llamado grupo de contacto para la crisis ucraniana, integrado por Rusia, Ucrania, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y los separatistas prorrusos.

"Todas estas complicaciones crean problemas en todo el proceso de paz" , declaró Lavrov, quien expresó el creciente pesar de Rusia sobre el aumento de víctimas civiles y la destrucción de infraestructura en el este de Ucrania.

Lavrov denunció que la actitud de Kiev es que la paz sólo es posible si los rebeldes se rinden y aceptan la posibilidad de ser luego amnistiados.

El ministro ruso, que llegó hoy de visita oficial a Bulgaria con la construcción del gasoducto ruso South Stream como principal tema, destacó la importancia de este proyecto para la seguridad energética de la Unión Europea.

Aseguró que los acuerdos bilaterales con varios países fueron firmados mucho antes de entrar en vigor el tercer paquete energético de la Comisión Europea, una legislación que Bruselas ha esgrimido para paralizar la obra del tramo búlgaro de la tubería.

Lavrov pidió hoy a Bruselas que haga una excepción con este proyecto, tal como ha hecho ya con el gasoducto transadriatico.

Esta infraestructura, que se espera esté operativa en 2017, tiene un presupuesto de 16 mil millones de euros y la capacidad de enviar 63 mil millones de metros cúbicos de gas al año desde el Mar Negro hasta Europa sin pasar por Ucrania.

ae