Al menos tres presuntos insurgentes murieron en el noroeste de Pakistán a raíz de una nueva escaramuza entre facciones rivales dentro del principal grupo talibán del país, el TTP, informaron fuentes oficiales.

El incidente ocurrió en el área de Shaktoi, en la región tribal de Waziristán del Sur, cuando un artefacto activado por control remoto estalló al paso de un vehículo en el que viajaban los fallecidos y otros dos pasajeros, uno de los cuales resultó herido.

Según un funcionario del organismo de coordinación de las áreas tribales, Nisar Amjad Alí, las víctimas pertenecen a una de las dos principales facciones del TTP, que luchan desde hace años por el control de la organización y que desde hace semanas han aumentado la intensidad de sus enfrentamientos.

Una fuente de la administración local de Waziristán del Sur confirmó el incidente y el número de víctimas mortales, aunque algunas cadenas locales elevaron a cinco el número de fallecidos en el ataque.

Las facciones enfrentadas pertenecen a la poderosa tribu Mehsud, considerada por analistas locales como el "corazón" del TTP, y están lideradas por Khan Sayad alias 'Sajna' y Sheryar Mehsud, que han sucedido recientemente a los anteriores líderes y pugnan por el control de los talibanes paquistaníes.

Sheryar Mehsud era muy cercano a Hakimulá Mehsud, quien lideró desde 2010 el TTP y que murió el pasado octubre en un bombardeo de un dron estadounidense.

Por su parte, Khan Sayad, era lugarteniente de Waliur Rehmán, a su vez número dos del TTP y que también murió por un bombardeo estadounidense en mayo del año pasado.

El líder del TTP elegido el pasado octubre, Fazlulá, se ha visto impotente para frenar la escalada de violencia entre las facciones rivales, que en opinión de analistas locales, está dañando seriamente la cohesión interna de la agrupación talibán.

La falta de un liderazgo fuerte es vista como uno de los factores que explica el fracaso del diálogo iniciado el pasado febrero entre el gobierno y el TTP y que hasta ahora no ha dado prácticamente ningún resultado tangible.

Según el reciente informe de un centro de estudios local, el año pasado hubo en el país más de mil 700 ataques -un 61 por ciento de ellos perpetrado por el TTP y sus aliados- en los que murieron cerca de 2 mil 500 personas, un 19 por ciento más que en 2012.

jlc