Pocos días antes de ser diagnosticado con ébola, Thomas Eric Duncan, la primera persona diagnosticada con ébola en Estados Unidos, fue visto vomitando en el suelo afuera de un complejo de departamentos mientras era subido a una ambulancia.

"Toda su familia estaba gritando. El salió y estaba vomitando por todas partes", dijo el miércoles el residente Mesud Osmanovic, de 21 años, describiendo la caótica escena antes de que el hombre fuera internado el domingo en el Texas Health Presbyterian Hospital, donde se encuentra en estado grave.

El diario New York Times dijo que Duncan, de poco más de 40 años, ayudó a transportar a una mujer embarazada contagiada de ébola a un hospital en Liberia, donde a ella se le rechazó la admisión por falta de espacio.

Duncan ayudó a llevar a la mujer de regreso a la casa de su familia, donde murió posteriormente, informó el diario. Cuatro días después, Duncan viajó hacia Estados Unidos, dijo el Times, citando a familiares y vecinos de la mujer.

Expertos sanitarios de Texas dijeron que están analizando hasta a 18 personas, incluidos cinco niños, que estuvieron en contacto con el paciente después de que viajó a Estados Unidos desde Liberia a fines de septiembre.

Los niños habían ido al colegio a comienzos de la semana, pero desde entonces se los envió a casa y se les está observando en caso de que presenten síntomas.

El caso de ébola en Dallas puso en alerta a las autoridades sanitarias estadounidenses y a la población para que adopten medidas para contener el virus, que ha cobrado la vida de al menos 3 mil 338 personas de 7 mil 178 casos confirmados en África Occidental hasta el 28 de septiembre, según informó el miércoles la Organización Mundial de la Salud.

Las autoridades sanitarias estadounidenses expresaron su confianza en que el sistema sanitario del país está bien preparado para frenar la propagación del ébola, mediante un cuidadoso seguimiento de las personas que hayan tenido contacto con el paciente y un cuidado apropiado para aquellos que sean hospitalizados.

Las acciones estadounidenses cayeron con fuerza. Los papeles de aerolíneas y compañías hoteleras bajaron por temor a que una expansión del virus fuera de África afecte a los viajes.

En el sentido contrario, las acciones de laboratorios que están elaborando tratamientos experimentales contra el ébola subieron su cotización.

ae