La ciudad donde tendrá lugar el partido inaugural de la Copa Mundial la semana que viene enfrentaba el jueves un panorama caótico por una huelga en los trenes subterráneos y en parte del transporte terrestre.

Los respectivos sindicatos convocaron la huelga el jueves por tiempo indefinido para impulsar sus reclamos de mejores salarios.

Unas 3,5 millones de personas se movilizan a diario en el transporte público.

Los autobuses circulan y lucen abarrotados.

El partido inaugural del Mundial entre Brasil y Croacia se jugará en el estadio paulista de Itaquerao el 12 de junio.