El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó hoy su preocupación por la impunidad y la crueldad en que al menos 133 niños han sido asesinados o mutilados en la República Centroafricana durante ataques sectarios.

En un comunicado, el organismo expuso que en las semanas recientes han sido testigos de un aumento sin precedente en la violencia contra menores de edad, en ataques sectarios y que buscan venganza, entre los milicianos anti-balaka y los rebeldes de la coalición Seleka.

"Los niños son cada vez más hechos blanco por su religión o por la comunidad de donde provienen. La violencia sectaria en la República Centroafricana se intensificó" , afirmó el director de UNICEF en el Oeste y parte central de África, Manuel Fontaine.

Denunció que al menos 133 menores han sido asesinados o mutilados, muchos de ellos de manera atroz.

Casos verificados por Unicef incluyen la decapitación intencional de menores, así como las amputación de miembros, luego que niños fueran heridos en fuego cruzado y no pudieran ser atendidos.

En el pueblo de Boali, una de cuatro víctimas fatales del conflicto ha sido un niño, con 22 menores fallecidos y 42 heridos hasta el momento, informó el organismo.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, alertó este viernes durante una sesión del Consejo de Seguridad que "las oscuras nubes de las atrocidades en masa y de la limpieza étnica penden sobre la República Centroafricana" .

"Los linchamientos públicos, las mutilaciones y otros actos horrendos de violencia esparcen el caos y el miedo. Todos los centroafricanos han sido víctimas, tanto cristianos como musulmanes" , asentó Ban.

Manifestó que por ese motivo regresará el martes al Consejo de Seguridad para proponer una serie de recomendaciones para contener y terminar con la crisis.

Afirmó que este es el momento de mostrar una cooperación efectiva entre actores internacionales y regionales para terminar con la crisis en ese país africano.

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