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La segunda conferencia internacional para brindar ayuda humanitaria al pueblo sirio concluyó ayer aquí con el compromiso de 69 países, entre ellos México, de entregar recursos por más de dos mil 400 millones de dólares, según anunció el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quien había exhortado a restaurar la esperanza de 9.3 millones de personas afectadas por el conflicto armado en Siria.

Aunque la ONU había planteado obtener donativos por 6 mil 500 millones de dólares para enfrentar la emergencia en ese país árabe, la subsecretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, aclaró en conferencia de prensa que la cifra no era un "blanco" por alcanzar ahora y que se continuará con los llamados para recaudar los fondos necesarios para hacer frente a la grave situación.

"Cuando visité Siria hace casi dos años, estimamos que un millón de personas necesitaba ayuda humanitaria urgente", dijo Amos en la apertura de la conferencia en el lujoso Palacio Bayan del emir de Kuwait, Sheik Sabah Al-Ahmed Al Jaber Al-Sabah, anfitrión del encuentro.

"Ahora, la cifra de necesitados asciende a 9.3 millones -la población entera de Suecia o Bolivia-", agregó con alarma Amos, para subrayar la magnitud de la tragedia.

Siria registraba en 2012, según el Banco Mundial, 22.4 millones de personas. Hoy día hay 6.5 millones de desplazados internos, sitiados en medio de los combates, pues "el cerco" a los civiles se ha convertido en "un arma de guerra" en Siria. "Niños, mujeres, hombres, están atrapados perdiendo la esperanza", dijo Amos. Los refugiados en países vecinos (Líbano, Jordania, Turquía, Iraq y Egipto) suman más de tres millones, según Ban Ki-moon.

Un video exhibido en la sala dio cuenta del drama sirio, mostrando, entre otras, las ilusiones de niños refugiados de estudiar medicina para curar infecciones. Sueños expresados en medio de las imagines desoladoras del crudo invierno.

El emir de Kuwait, quien anunció un donativo de 500 millones de dólares de los sectores público y privado de su país, describió que "nuestra religion, valores y humanidad nos obligan a encarar esa amarga realidad y devastadora catastrofe" en Siria, considerada ya, dijo, como "la mayor de nuestra historia contemporánea".

A su turno, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien ofreció ayuda por 380 millones de dólares, consideró que "es inaceptable que mueran" sirios por desnutrición. Uno a uno, los representantes de 69 países expusieron la tragedia siria y sus compromisos de entregar recursos. Uno de ellos expuso que no importaba la magnitud del donativo, sino el donativo mismo, que según las agencias de socorro de la ONU, hacen la diferencia benéfica con una cantidad mínima.

Brasil ofreció dar 380 mil dólares, en contraste con México, cuyo embajador en Kuwait, Luis Alberto Barrera Stahl, anunció una contribución de tres millones de dólares, que serán canalizados a través de las organizaciones internacionales. El representante de Rusia, Alexei Solomatin, alertó que los asuntos humanitarios "no deberían ser politizados" y que una reacción de ayuda eficiente no debería convertirse en un instrumento de presión contra el regimen sirio.

En la víspera, el encuentro de las organizaciones humanitarias no gubernamentales, celebrado también en Kuwait, logró recaudar 400 millones de dólares adicionales para aliviar el sufrimiento del pueblo sirio. La conferencia de un día concluyó con el compromiso de la ONU de canalizar con eficacia a los sirios la ayuda obtenida.