El papa Francisco continúa sorprendiendo gracias a su recurso de la llamada telefónica y hace apenas unos días se comunicó con la madre de una muchacha asesinada que se convirtió en el símbolo de la exigencia de justicia en Italia.

La noche del martes pasado el pontífice se comunicó directamente al celular de Filomena Lemma, madre de Elisa Claps, la muchacha desaparecida el 12 de septiembre de 1993 y cuyo cadáver apareció el 17 de marzo de 2010.

Por años la madre levantó su exigencia de justicia e incluso cuestionó el papel de la Iglesia católica local, ya que su hija fue vista por última vez en la parroquia de la Santísima Trinidad de Potenza, en el sur de Italia.

Finalmente fue en el altillo de ese templo que los restos de la muchacha fueron hallados, colocados detrás de unos ladrillos.

Según trascendió, el pontífice dijo a Iemma que recordaba en sus oraciones tanto a Elisa como a su padre, Antonio Claps, que estaba enfermo desde hace tiempo y falleció apenas.

Cuando desapareció Elisa Claps tenía 16 años. Durante más de tres lustros su familia exigió justicia pero sólo la recuperación del cadáver permitió comprobar que la muchacha había sido asesinada el mismo día de su desaparición.

Las investigaciones sucesivas establecieron que el responsable de la muerte de la muchacha fue Danilo Restivo, que era el único indagado por el caso pero que se había mudado a Inglaterra luego que no había pruebas en su contra. En ese país cometió un crimen similar.

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