Siete de los once desactivadores de minas secuestrados el viernes por los talibanes en la provincia de Ghazni, en el este de Afganistán, fueron liberados hoy a través de la mediación de ancianos tribales, informó a Efe una fuente oficial.

Otros cuatro desactivadores continúan retenidos, por lo que el Gobierno provincial y los mayores tribales están aunando esfuerzos para tratar de liberarlos, dijo el portavoz de la Administración, Mohammed Ali Ahmadi.

Las víctimas se dirigían el viernes a Kabul desde Kandahar, en el sur del país, cuando fueron capturados por los insurgentes mientras circulaban por una autopista.

En julio, seis trabajadores afganos de una organización de desactivación de minas murieron y tres más fueron secuestrados en un ataque insurgente en el oeste de Afganistán, mientras que en junio ocho desactivadores fueron asesinados en el centro del país.

Los artefactos explosivos improvisados (IED en sus siglas en inglés) y las minas son, junto a los atentados suicidas, los métodos más recurrentes de los talibanes para golpear a las fuerzas afganas e internacionales.

Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas después de que el año pasado las fuerzas de seguridad afganas se hicieran responsables de la seguridad tras la retirada paulatina de las tropas de la misión de la OTAN en el país (ISAF) , que culminará definitivamente a finales de este año.

A pesar de la retirada de la OTAN, Estados Unidos ha anunciado que mantendrá a unos 9 mil 800 soldados en territorio afgano hasta finales de 2016.

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