La trampa más peligrosa de Legionarios fue Maciel, señalan
El cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio nombrado en 2010 por el papa Benedicto XVI para comenzar el camino de renovación de los Legionarios de Cristo, dijo que los miembros de la orden cayeron "en una trampa mucho más peligrosa, que fue la del fundador mismo" .
De Paolis se refería a Marcial Maciel, investigado durante años por abusos sexuales contra seminaristas y de quien se descubrió había tenido varios hijos con diferentes mujeres.
El cardenal fue entrevistado por el portavoz del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, para Radio Vaticano que hoy publica el texto, con ocasión de la apertura del Capítulo Extraordinario de los Legionarios de Cristo.
De Paolis recuerda que su mandato fue precedido por la Visita Apostólica, que había afrontado el asunto del fundador y había concluido con un severo juicio sobre sus acciones.
La tarea del delegado ha sido la de guiar la renovación de la Legión de Cristo hasta el final de este Capítulo extraordinario.
De Paolis reconoce que al comienzo de los trabajos con los Legionarios de Roma (de 400 a 500) hubo un grupo reacio que pensaba que su característica era la de la unidad y en realidad, había caído en una trampa mucho más peligrosa, que era el fundador mismo.
"Recorrimos este camino -explicó- encontrando los problemas relativos a las consecuencias del comportamiento del fundador respecto a las víctimas" .
"Encontramos -continuó- problemas de orden económico, porque los Legionarios no son tan ricos como se piensa: la situación económica había empeorado, tanto a nivel mundial por la crisis financiera como a nivel institucional para ellos, porque la fama perdida había disminuido los estudiantes en sus colegios y por tanto sus ingresos económicos" .
Ante la constitución de su autoridad difusa y fraccionada "recondujimos todo el problema a la elaboración de las Constituciones según las indicaciones del Concilio, del post-Concilio y del Código de Derecho Canónico" , añadió De Paolis.
Iniciamos un diálogo, en el que tratamos los problemas del fundador, los de la formación, los del Regnum Christi y también los "disciplinarios, porque si bien no eran muy numerosos los casos de sacerdotes que se habían manchado con delitos en la Iglesia, también los había en la Legión, como los hay también en otros Institutos" , continuó De Paolis.
En cuanto al Capítulo, que debe renovar el gobierno con elecciones y aprobar las constituciones, De Paolis aseveró que hay que distinguir tres grandes etapas: un examen de conciencia sobre el pasado, el nombramiento de nuevos superiores y la revisión de las constituciones, que deberán ser aprobadas por el papa.
"Quisiera dar como premisa -subrayó De Paolis- que nuestro trabajo ha sido fundamentalmente sobre los superiores, porque este era el asunto principal y sobre el cual se había articulado toda la discusión sobre la Legión misma, que se centró en su fundador, que era superior y ¡superior absoluto! Baste pensar que él que él hacía y deshacía y que ¡ni siquiera se auxiliaba con el Consejo!"
De Paolis quiso deja claro que cuando Benedicto XVI le nombró delegado pontificio había ya emitido en el Boletín oficial un juicio severo sobre las acciones del fundador, pero no de tal modo que destruyera la realidad misma de la Legión.
Precisamente porque estaba esta premisa de confianza, Benedicto XVI quiso volver a trazar el camino junto a los Legionarios para llevarlos, a través de un periodo de reflexión, de renovación, también penitencial, a revisar el propio carisma, a reescribir las propias constituciones y por tanto a retomar el propio lugar positivo en el seno de la Iglesia.
Además de subrayar que la espiritualidad de este Instituto es bastante clara y precisa, y de la absoluta obediencia a la Iglesia, De Paolis concluye que "hay una gran realidad eclesial que queda intacta y que está sirviendo a la Iglesia, particularmente en el campo de la cultura religiosa, de las universidades católicas y pontificas y que es prometedora" .
En este Capítulo General Extraordinario de la congregación, que durará cerca de 20 días, participan los 61 llamados padres capitulares, entre ellos 17 españoles, 21 mexicanos, dos chilenos y un venezolano.
La Legión de Cristo cuenta con 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas y está establecida en dieciocho países, además de tener 70.000 miembros del Regnum Christi.