aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




J. Jaime Hernández Agenda Washinton

J. Jaime Hernández| El Universal
01:56Washington | Lunes 17 de marzo de 2014
No es el retorno de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, pero aún así ambas naciones se encuentran en una ruta de colisión que pasará factura a las relaciones económicas y políticas del Kremlin y la Casa Blanca

No es el retorno de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, pero aún así ambas naciones se encuentran en una ruta de colisión que pasará factura a las relaciones económicas y políticas del Kremlin y la Casa Blanca.

No es el inicio de una guerra convencional, pero aún así tanto el presidente Barack Obama como el líder ruso, Vladimir Putin, deberán hacer alarde de su capacidad de contención para evitar que el referéndum que Rusia considera legítimo y Estados Unidos ilegal, se convierta en detonante de una confrontación militar a gran escala.

Por el momento una cosa resulta clara. Tras el resultado del referéndum, Obama enfrenta la presión del Congreso para mostrar los dientes a Vladimir Putin:

"Rusia tiene que saber que vamos en serio", aseguró ayer el senador republicano, John McCain, al insistir en la necesidad de aplicar a la brevedad sanciones económicas contra el Kremlin y sus aliados.

Para el presidente Obama, no era necesario que John McCain le insistiera sobre una estrategia que desde hace varios días mantiene al Departamento de Estado y al Departamento del Tesoro en una serie de intensos contactos con sus aliados en la Unión Europea (UE) para cerrar la pinza de unas sanciones que irán de menos a más.

Entre el grupo de diplomáticos de la Unión Europea y de Estados Unidos existe el convencimiento de que Rusia no puede salirse con la suya, tras un referéndum orquestado mediante una invasión simulada:

"El referéndum ha sido ilegítimo e ilegal", consideró una fuente de la Casa Blanca.

La decisión de llevar las amenazas a los hechos se produjo en medio de un intenso proceso de reflexión que llevó a la siguiente conclusión: no podemos permitir que Vladimir Putin se anexe Crimea sin que pague un precio por sus actos.

Si se lo permiten, Putin descongelaría otros conflictos que han permanecido inactivos en Abjazia y Osetia del Sur, para colocar a Estados Unidos y a la Unión Europea ante una sucesión de conflictos que desestabilizarían a la zona euro.

Por esta razón, el presidente Obama no se lo pensó dos veces ayer para tomar el teléfono y advertir a Putin sobre las graves consecuencias de un referéndum en Crimea.

"Las sanciones comenzarán en los próximos días", le advirtió.

Las amenazas de Obama no han surtido ningún efecto en Putin. El apoyo de la mayoría de sus ciudadanos, al proceso de anexión de Crimea que podría culminar en los próximos meses, le han granjeado niveles de respaldo sin precedentes.

Según los más recientes sondeos, la popularidad de Putin ha superado el 73%. Un alza de casi 20 puntos desde diciembre pasado.

La esperanza de la Casa Blanca es que, en esta ocasión,sus aliados europeos en general y Alemania en particular cumplan con las advertencias que le han transmitido a Putin tras un largo tiempo de dudas y consultas que le permitieron al líder ruso jugar con ventaja y anexarse la península de Crimea que hoy esta bajo su custodia militar.

"No vamos a permitir que Putin se salga con la suya. Y en eso estamos de acuerdo con nuestros aliados europeos", comentó una fuente en la Casa Blanca para poner en perspectiva el inicio de una semana donde las tensiones entre Rusia y Estados Unidos volverán a revivir los años de tensión que se vivieron durante la Guerra Fría.



Ver más @Univ_Mundo
comentarios
0